Si yo voy caminando por la calle y alguien viene a mí para hablarme de su religión, eso es hacer proselitismo. Pero si soy yo el que va a buscarlo, eso no es proselitismo. Según dice la Biblia, es Dios el que hace tanto el querer como el poder. Pero, si alguien se convierte por su labia, ¿le estamos quitando el puesto a Dios? ¿Con qué objeto? ¿quizás para ganar puntos?