Gracias a la calidad de sus pugilistas, Cuba disfrutó en Moscú, el 2 de agosto de 1980, su mejor jornada en la historia del olimpismo, al adjudicarse seis cetros por intermedio de Bautista Hernández (54 kilogramos), Ángel Herrera (60), Andrés Aldama (67), Armando Martínez (71), José Gómez (75) y Teófilo Stevenson (más de 81 kilos), quien al superar al entonces soviético Piotr Zaev alcanzó su tercera faja en estas lides, lo cual le permitió igualar la hazaña del húngaro Lazlo Papp, vencedor también en tres oportunidades en estas porfías.
El 2 de agosto de 1992, Javier Sotomayor conquistó la medalla de oro en la prueba de salto alto en los Juegos Olímpicos de Barcelona, al elevarse sobre 2.34 cm. Ese mismo día, pero de 1996, en Atlanta, la selección cubana de pelota superó a Japón, 13 carreras a 9, y retuvo el título que cuatro años atrás había conquistado en Barcelona, cita en la que el béisbol fue aprobado como deporte olímpico.
Mientras, en los Juegos de Tokio 2020, el luchador Luis Alberto Orta (60 kilogramos), de manera inesperada abrió el medallero de oro de los deportistas criollos en la gran cita, con asiento en la capital nipona, y Mijaín López se convirtió en el primer cubano con cuatro títulos olímpicos consecutivos.