Forzada por las exigencias de Bruselas, cuyos responsables de competencia habían impuesto unas condiciones inasumibles para Iberia –que contrastan con las que permitieron la reciente compra de ITA por parte de Lufthansa–, la decisión de dar marcha atrás a la operación por la que IAG iba a absorber a Air Europa deja en el aire, o en tierra, el futuro de una compañía rescatada con más de seiscientos millones de fondos públicos, de los que apenas ha devuelto cien. IAG pagará cincuenta millones a Globalia en concepto de indemnización, tal y como estaba pactado en el acuerdo de compra, y mantendrá en la compañía la participación del 20 por ciento que adquirió hace dos años, pero se desentiende de una...
Ver Más