Estados Unidos ha anunciado formalmente que no reconoce los resultados anunciados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela, que declaró a Nicolás Maduro como ganador de las elecciones presidenciales del 28 de julio. En cambio, la Casa Blanca da credibilidad a los resultados presentados por la oposición, que indican que Edmundo González recibió la mayoría de los votos . En un comunicado, el secretario de Estado, Antony Blinken, ha llamado a una transición pacífica a la democracia en Venezuela , en línea con la voluntad del pueblo venezolano, y ha rechazado las amenazas y arrestos de líderes de la oposición por parte del régimen de Maduro. El comunicado de Blinken ha llegado horas después de que México, Colombia y Brasil instaran a Maduro a hacer públicas las actas de votación. Según denunció Blinken, «el CNE declaró rápidamente a Nicolás Maduro como ganador de las elecciones sin evidencia de apoyo, sin publicar datos desagregados ni actas de escrutinio». La misión de observación del Centro Carter, con sede en EE.UU., informó que la falta de resultados oficiales a nivel de mesa y las irregularidades a lo largo del proceso privan al resultado anunciado por la dictadura de cualquier credibilidad. De momento, según recuerda el Gobierno de Joe Biden, la oposición ha publicado más del 80% de las actas recibidas directamente de las mesas de votación , indicando que Edmundo González recibió una gran mayoría de los votos, por un margen ya insuperable. Encuestas hechas por casas como Edison Research secundan esas mismas conclusiones. Ni un solo país al margen de las dictaduras de Rusia, China e Irán ha dado credibilidad a los resultados esgrimidos por Maduro. Washington, además, advierte a Maduro contra represalias. «Se hace un llamamiento a la protección de la seguridad de los líderes y miembros de la oposición democrática, y a la liberación de todos los venezolanos arrestados por participar pacíficamente en el proceso electoral o exigir transparencia», dijo Blinken. La prioridad de Biden y su equipo, dijeron, es «restablecer las normas democráticas en Venezuela». El miércoles trataron de que la Organización de los Estados Americanos aprobara una resolución para instar a Maduro a que hiciera públicas las actas, pero México se ausentó y Colombia y Brasil se abstuvieron, haciéndola fracasar.