El 25 de Junio de 1992 a las nueve de la noche la antorcha olímpica llegaba a Vitoria y tuve el gran privilegio de ser el encargado de encender el pebetero instalado en la plaza de España. Fechas más tarde, el 25 de julio, la antorcha llegó a Montjuic y así comenzaron los Juegos de Barcelona. Estar en unos Juegos es lo máximo que un deportista puede llegar a alcanzar pero si además el atleta tiene talento los sueños se engrandecen al son de una medalla. Ayer fue mi sueño, el de Cacho, el de Ruth Beitia y hoy el de Ana Peleteiro y... ¡Soñemos! Cuando me seleccionaron para participar en Barcelona me dije 'ya me puedo morir tranquilo', allí logré lo que cualquier deportista puede llegar a aspirar: ser olímpico. Mi ambición fue más lejos y cuatro años más tarde en Atlanta'96 no sólo me conformaba con participar sino intentaba llegar muy lejos y después de luchar contra todas las adversidades fui cuarto, diploma olímpico. ¡Vaya! A las puertas. Mi periplo olímpico iba a finalizar en Sidney'2000, en Australia pudieron más las ganas de un joven eterno que las canas arrastradas por este guerrero ya longevo baqueteado en mil batallas. No puedo quejarme del resultado, alcancé el sexto puesto y con ello un diploma olímpico que fue muy bien avenido, respetado y aclamado por todos mis rivales. ¡Respeto! He vivido de diferentes maneras varias experiencias olímpicas: Tres veces como atleta, zapateé el asfalto de las ciudades, di vueltas al anillo olímpico. Tras la retirada como deportista profesional tuve otra oportunidad de seguir siendo olímpico, pero en estas ocasiones ha sido como 'plumilla', a pie de zona mixta colaborando en este medio de comunicación como experto en Atletismo. La selección española tiene abiertos muchos frentes. En principio jugamos las bazas de los triplistas Ana Peleteiro y Jordán Díaz, pero soñar es de valientes. Las vallas altas con Llopis y Asier Martínez. De momento, la marcha con María Pérez y Álvaro Martín ya ha cumplido y nos ha dado dos grandes alegrías, y todavía queda el relevo mixto. Y en medio fondo seguro que algo caerá pero eso sucederá en la versión de los ochocientos metros. Disciplinas muy diversas pero en todas ellas con aspiraciones muy altas. Quédense con estos nombres. Noah Liyes, campeón del mundo de 100 y 200 metros, aspira a convertirse en el nuevo Usain Bolt. El cien de chicas estará más abierto, la armada jamaicana contra la americana Sha'Carri Richardson. La media y larga distancia sobre el anillo olímpico estará liderada por el noruego Jakob Ingebrigtsen, indudablemente se presenta en París como el gran favorito. Hablar del pertiguista Mondo Duplantis es hablar junto al maratoniano Elid Kipchoge del mayor referente del atletismo mundial. El duelo que nadie quiere perderse se producirá entre dos maratonianos, Kipchoge y Kenenisa Bekele, verlos por última vez en la maratón olímpica no tiene precio. La experiencia, bagaje medallas, récords contra una nueva generación de jóvenes fondistas le pueden privar a Kipchoge de su tercer oro olímpico. ¿Por qué no vas a soñar? Soñemos.