El Ayuntamiento de Madrid reconoce que los resultados del informe podrían corresponder al enterramiento, aunque afirma que "se encuentra a una distancia de casi 12 metros del cantón y 6,5 de la vía de acceso", mientras los residentes recalcan que "sí está en la parcela" frente a lo que aseguró Almeida
La parcela de la discordia: el conflicto con Almeida por la fosa de Brigadistas aviva la oposición al cantón en Montecarmelo
Los vecinos del barrio de Montecarmelo, en el distrito de Fuencarral-El Pardo, ya han tenido acceso al estudio del subsuelo de la parcela donde el Ayuntamiento de Madrid planea instalar un cantón de limpieza. Los residentes de la zona, junto a la Asociación de Amigos de las Brigadas Internacionales (AABI), buscan demostrar la existencia de una fosa con hasta 451 cuerpos que data de la Guerra Civil. A ella habrían sido desplazadas por el bando golpista desde el cementerio militar donde originalmente descansaban.
El informe de la empresa Gama Geofísica, al que ha tenido acceso Somos Madrid, da cuenta de la existencia de dos anomalías subterráneas. De ellas, una resulta “compatible con lo que podrían ser los restos de la fosa”, según reconocen también fuentes municipales en conversación con este medio. Matizan que todavía “se tendrá que comprobar”. La fosa alcanzaría entre los 2,5 y los 3 metros de profundidad y podría tener una superficie aproximada superior a 125 metros cuadrados. “Se encuentra a una distancia de casi 12 metros del cantón y 6,5 de la vía de acceso”, precisan desde el Consistorio.
Los vecinos defienden que el análisis respalda su posición, como expresan desde la Asociación Vecinal de Montecarmelo: “La posible fosa común sí está en la parcela y zona de acceso, nada de una parcela adyacente como decía el alcalde”. José Luis Martínez-Almeida lo indicó así en unas declaraciones emitidas en junio.
Desde la entidad vecinal destacan además la segunda anomalía detectada por Gama Geofísica. Creen que puede tratarse de “otra posible fosa en el centro de la parcela”, aunque el informe precisa que las compatibilidad de esta anomalía con el enterramiento de los Brigadistas Internacionales es menos probable. “Es compatible con algún refuerzo del camino o vertido humano”, apostillan desde el área de Urbanismo.
Los afectados se agarran a estos vestigios humanos como una herramienta para evitar los residuos, ruidos o afectaciones a la seguridad y la movilidad que prevén supondrá la instalación cerca de viviendas y colegios. Un proceso que les ha enfrentado al Gobierno de Almeida y muy especialmente área de Urbanismo que dirige Borja Carabante.
En la Asociación Vecinal de Montecarmelo consideran que esto se ha traducido en un agravio a la hora de recibir la información pública por parte del Ejecutivo municipal. “Lo llamativo es que este informe tiene fecha de abril. Un vecino ha recibido al fin el informe gracias al Portal de Transparencia. Desde la Asociación seguimos a la espera de que el Ayuntamiento nos lo facilite”, critican.
Urbanismo asegura por su parte que se están aplicando los procesos oportunos, también a la hora de facilitar la aplicación de la Ley de Memoria Democrática por parte del Ministerio que dirige Ángel Víctor Torres: “El Ayuntamiento ha autorizado el acceso al Gobierno central para investigar esta anomalía, cumpliendo los requisitos legales. Solicitaron autorización para 15 días y el Ayuntamiento le ha otorgado un mes. En febrero, el Ministerio inició el procedimiento para trabajar durante 3 semanas, pero desistió al no presentar documentación”.
Una versión que contrasta con la de los vecinos y la AABI. Esta última asociación denunció la pasada semana a Almeida, Carabante y otros tres miembros del Ejecutivo local ante la Fiscalía de Memoria Democrática al considerar que el equipo municipal estaba ocultando el informe que elaboró la empresa Gama Geofisica, debido a que sus resultados irían en contra de su interés por desarrollar el recinto para almacenamiento de basuras y uso del personal de limpieza en la parcela.
La AABI afirma que el concejal presidente de la Junta de Distrito de Fuencarral-El Pardo, José Antonio Martínez Páramo; el Director General de Limpieza, Víctor Sarabia y la subdirectora de Limpieza, Olivia Lombraña (además de Almeida y Carabante) están actuando con una “falta de transparencia” que vulnera la Ley de Memoria Democrática. El motivo, argumentan, es “ocultar durante más de 50 días” el documento. Fue entregado el 26 de abril de 2024 al Ayuntamiento, que efectuó las pruebas con georradar y tomógrafo durante ese mismo mes “exclusivamente en la parcela 26.2b del Plan Parcial de Montecarmelo”.
Andrés Chamorro, miembro de la junta directiva de la AABI, detallaba a este periódico el importante valor histórico de una fosa cuya localización siempre se ha estimado en el entorno del cementerio de Fuencarral, al norte de Madrid, donde varias placas homenajean la memoria de las Brigadas: “Desde la fundación de la asociación en 1995 teníamos en mente la localización de la fosa de Fuencarral. Ya en los ochenta, actuales miembros de la AABI habían emprendido a título personal distintas iniciativas preguntando a antiguos trabajadores [del camposanto], que les contaron que esos restos habían sido profanados por el bando sublevado y desplazados en dirección al Monte de El Pardo desde el cementerio militar donde originalmente descansaban”.
“El archivo de las Brigadas Internacionales, que acabó en Moscú por avatares históricos, fue digitalizado hace unos años. Entre toda la masa de documentos, que pueden consultarse online, encontramos el listado de las inhumaciones del cementerio de Fuencarral en 1936 y 1937 por parte del servicio de inhumaciones de las Brigadas Internacionales”, indicaba a la hora de valorar otro de los hitos históricos de esta investigación. El listado incluye los nombres, apellidos y fecha de muerte de 451 personas, el número de cadáveres que estiman enterrados en la zona.