Dentro de la constelación de diseñadores de automoción españoles, Paula Fabregat es una de las estrellas que la componen. La valenciana ha llegado a ocuparse de los segmentos A y B de Renault a nivel mundial y suyos son diseños como los actuales Captur, Twingo o Clio. Además, suyas son también las líneas de uno de los modelos más importantes para la marca, el Renault 5 eléctrico. Con su diseño neo-retro y precio asequible (por debajo de los 25.000 euros), la marca pretende hacerse con una cuota de mercado considerable. Dado que 2025 marca la llegada de otros competidores a este ruedo, como el Citroën ëC3 o el VW ID2, el diseño será un factor fundamental para convencer a los clientes. Para el suplemento de ABC Motor de julio, enfocado en diseñadores españoles de calibre mundial, Paula Fabregat concedió una entrevista a este medio. Llegar tan alto en el Grupo Renault se debió, a su parecer, a la meritocracia y a su ética de trabajo. «Como todo en la vida, factores aleatorios pueden tener un impacto positivo o negativo en nuestra trayectoria o decisiones. Podemos llamarlo suerte, pero realmente es un lujo trabajar en una organización así», afirma Fabregat. La valenciana confiesa siempre haber estado interesada en el diseño, lo que le llevó a estudiar Diseño Industrial en la Universidad CEU San Pablo en Valencia, para especializarse posteriormente en Diseño de Automóviles de la Politécnica de Valencia. Al graduarse del posgrado, Renault le ofreció un contrato a tiempo completo, que aceptó inmediatamente. Hoy, Paula Fabregat trabaja en el equipo de Laurens van der Acker y Gilles Vidal, «una fuente inagotable de inspiración». Trabajar en una gran marca supone que se tienen que lidiar con limitaciones. A menudo, los diseñadores se enfrentan a requisitos por parte de otros departamentos, que determinan qué se puede hacer y qué no. «No es lo mismo trabajar en una leve actualización durante la vida comercial de un modelo que revivir un mito del pasado como el Renault 5, Twingo o Renault 4», señala Fabregat. «Es muy importante que los diseñadores entendamos las consecuencias técnicas de todas nuestras decisiones para que, por ejemplo, no incluyamos elementos espectaculares pero nada aerodinámicos». Este espíritu fue evocado también por otros diseñadores en el suplemento de julio, como Eduardo Ramírez, de Hyundai. Fabregat considera que ahora está viviendo el momento más dulce de su vida profesional. «Siempre es muy especial presentar un modelo en el que se ha estado trabajando, y es algo que he experimentado cuatro veces en menos de un año con los Clio, Symbioz, Captur y Renault 5. Sobre las diferencias de diseñar un coche eléctrico sobre uno térmico, la diseñadora afirma que «la propulsión condiciona muy poco su diseño. Lo que sí es cierto es que las marcas que desarrollamos plataformas específicas para coches cero emisiones podemos aprovechar mejor el espacio». «Un motor eléctrico es mucho menor que uno térmico y no tiene caja de cambios, lo que nos permite tener voladizos muy cortos y situar las ruedas en las cuatro esquinas para aumentar el espacio interior y ofrecer una habitabilidad sorprendente en coches de dimensiones reducidas».