La Comunidad de Madrid va a disponer de 75.000 vacunas para la próxima campaña de la gripe, una de las enfermedades que más afecta a la ciudadanía con la llegada del otoño y la bajada de las temperaturas. El objetivo de dicha campaña es claro; la inmunización de los más pequeños. Así, el Consejo de Gobierno dio vía libre hace unos días a la adquisición de las dosis mediante el pertinente contrato para su compra. El medicamento cuenta con « virus atenuados» según el Gobierno regional, así como los componentes para provocar una simulación de infección con objeto de que la respuesta celular también provoque la inmunidad del tejido mucoso de la nariz . Una de las características más destacadas de este preparado es la de la inmersión en el cuerpo del menor: son vacunas no inyectables, algo que redunda en que los pacientes acepten de mejor grado el proceso y que todo lo relativo a la protección frente a la enfermedad mejore sustancialmente. De igual manera, la composición sólo provoca una leve respuesta del organismo que no va más allá de un episodio de fiebre baja y de congestión nasal. Además se minimiza el riesgo de contagio, una condición para la que se trabaja sin descanso en cada campaña. Esta modalidad de vacuna ya fue empleada por la Consejería de Sanidad en 2023 de forma innovadora en el inicio del curso escolar. Así, se logró proteger de la infección a 85.000 niños. Asegura el Ejecutivo madrileño que en esta nueva campaña se podrá llegar al 40% de la población diana. Las autoridades sanitarias madrileñas recuerda a los padres o tutores de los menores de este tramo de edad que la vacuna sea solicitada en el centro de salud de Atención Primaria correspondiente. Aparte, la Dirección General de Salud insiste en la vacunación de los bebés mayores de seis meses, que cuenta con una modalidad distinta para lograr la protección gripal. Esa es otra pata para minimizar lo máximo posible los estragos del virus. Más allá de la capa de los menores, la campaña contra esta enfermedad del otoño próximo, está destinada de igual modo a sectores vulnerables de la población como ciudadanos mayores de 60 años o los grupos considerados más de riesgo: embarazadas, enfermos crónicos, trabajadores sanitarios o quienes desarrollan una profesión esencial.