París.— Aun sangrando por un cabezazo, herida que obligó a detener la pelea, parecía que el pugilista cubano Saidel Horta (57 kg) había ganado ayer ante Munarbek Seiitbek, de Kirguistán, pero los jueces determinaron lo contrario.
El cienfueguero tuvo un primer asalto convincente, ajustado al plan táctico diseñado, con golpeos sólidos ante un rival que no era manjar. Ninguno aquí lo es.
«Haz lo mismo», le dijeron sus entrenadores antes de comenzar el intermedio, pero no se sabe por qué razón el muchacho, subcampeón mundial en 2023, cambió todo y se enredó, dejándose robar la iniciativa, al punto de que perdió el segundo round.
En el del cierre se produjo la colisión entre ambas cabezas que provocó la herida en la ceja derecha de Horta. Detuvieron las acciones y tocó decidir a los imparciales, quienes votaron 4-1 ese asalto a favor del kirguis. Final: 3-2 en contra de Horta.
El muchacho pasó sangrando por la zona mixta, pero el jefe de entrenadores, Rolando Acebal, accedió a explicar lo sucedido y dar su parecer de los hechos.
«Era un contrario difícil, de calidad. Saidel empezó como previmos: atacó, salió delante, pero en el segundo asalto equivocó la táctica, no hizo lo pactado.
«Es muy joven, aunque sea subcampeón mundial; estamos en los Juegos Olímpicos, son palabras mayores», comentó Acebal, tratando de justificar el error de su pupilo.
Sobre el veredicto optó por una lógica pragmática: «Los jueces valoraron que Saidel tiene una herida, y grande, que lo iba a afectar en la próxima pelea, mientras el otro estaba sanito. Eso determinó en el resultado».
Ahora a la menguada escuadra nacional de boxeo le quedan tres exponentes en París 2024, liderados por el bicampeón olímpico Arlen López.
Hoy, Erislandy Álvarez buscará la primera medalla para la delegación cubana cuando enfrente al tailandés Bunjong Sinsiri en cuartos de final de la división de 63.5 kilogramos. Si vence tendrá asegurado bronce, pero podría mejorar el color después.
