Álvaro Martín es un campeón mundial sin reconocimiento . El atleta extremeño nunca ha dudado en recalcar la situación de la marcha en España. Su victoria en el pasado mundial quedó solapada por la victoria de la Selección Femenina de Fútbol y los estragos de la celebración. El pico de Luis Rubiales a Jenni Hermoso pasó a formar parte de las portadas de los telediarios. Los triunfos de Álvaro y María Pérez no tuvieron repercusión. Licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Complutense certificó su carrera universitaria con la licenciatura de Derecho en la UNED. Una vez graduado el atleta de Badajoz no ha dejado sus estudios y se prepara para ingresar en nuevas formaciones. Con 30 años, el marchista se plantea terminar su carrera deportiva y retomar los cursos escolares. Los estudios relacionados con el mundo procesal marcan la actualidad en sus redes sociales. Desde la polémica con la falta de reconocimiento en sus triunfos, hasta los últimos casos de dopaje en la Federación Española marcan las opiniones del deportista : «Por favor, que esto tan grave no pase desapercibido en el día de hoy…Si se demuestra lo que se presume en la noticia, solo espero dimisiones», en respuesta a un artículo sobre la nula sanción a Majida Maayouf. Con su reivindicación en las citas mundialistas de Budapest, certificó su momento de forma para la cita olímpica. Martín ha denunciado la trama CELAD y desde que el año pasado saliese a la luz no ha cesado en su propósito. El pasado mes de febrero comenzó la recogida de firmas entre los deportistas para denunciar las irregularidades de Terreros y su equipo. Con el apoyo de 78 atletas que firmaron la carta trasladada a la Federación, propusieron un cambio en la Federación para terminar con los controles antidopaje con un único supervisor, formula utilizada por Terreros y su equipo. A la espera de la resolución judicial, existen deportistas que han quedado señalados pero que no han sido sancionados. Es el caso de Majida Maayouf, quien competirá en la próxima cita olímpica. Martín ha expresado su descontento con la Federación y ha centrado su denuncia en los casos que han quedado sin sancionar. Sus reclamaciones marcan su seña de identidad fuera de la competición, que no tendrán efecto en la cita de París.
