En febrero, en pleno conflicto con la Casa Rosada, el gobernador de Río Negro advirtió que estaba dispuesto a cortar el suministro eléctrico, de gas y petróleo si el gobierno no modicaba su posición intransigente. Eso le valió el mote de "boludazo" que le espetó el Presidente y que se amplificó entre sus redes de troll. Todo cambió en abril: el toma y daca del Congreso acercó posiciones con el ultraderechista. Ahora es todo cariño.