Las aguas termales son reconocidas mundialmente por sus propiedades curativas y representan un recurso natural clave para los jubilados que quieran tratar diversas dolencias, gracias a sus 4 mayores beneficios.
En Argentina, existen parques termales con aguas que brotan del suelo con altas temperaturas y ofrecen una experiencia única y terapéutica. Conocé los beneficios que se pueden adquirir al sumergirse en estas grandes piletas.
Conocé los efectos terapeúticos de las termas. (Foto: Freepik)
Sumergirse en aguas termales puede ser una bendición para jubilados o quienes sufren de dolores articulares y musculares, de acuerdo a un artículo del sitio web Mejor con Salud.
La alta temperatura del agua y su contenido mineral actúan como un analgésico natural, relajando los músculos tensos y aliviando la inflamación. Esto reduce el dolor y mejora la movilidad, facilitando una mejor calidad de vida.
Uno de los efectos medicinales más destacados de las aguas termales es su capacidad para aumentar la circulación sanguínea. El calor del agua dilata los vasos sanguíneos, esto permite:
Las aguas termales promueven una mejor nutrición celular. (Foto: Instagram @termaschajari)
Los minerales presentes en las aguas termales, como el magnesio, calcio y azufre, tienen efectos beneficiosos en el sistema inmunológico. Estos componentes ayudan a estimular la producción de endorfinas y regulan las funciones glandulares, contribuyendo a una respuesta inmune más efectiva.
Para los jubilados, esto significa una mejor defensa contra enfermedades comunes y una mayor sensación de bienestar.
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Las aguas termales ricas en azufre son especialmente efectivas para tratar enfermedades de la piel como la psoriasis, hongos y dermatitis.
El azufre tiene propiedades desinfectantes y antiinflamatorias, que ayudan a limpiar y sanar la piel afectada. Una visita regular a un centro termal puede proporcionar un alivio significativo y mejorar la apariencia de la piel.
Aunque las aguas termales pueden ofrecer numerosos beneficios para la salud, es fundamental tomar ciertas precauciones. El calor y los minerales pueden causar mareos o bajadas de tensión en algunas personas, especialmente en aquellos con condiciones de salud preexistentes.
