A pesar de registrar un gran incremento en los beneficios en su mayoría, no lograron cumplir con las expectativas del mercado. Tampoco logró coger impulso de Wall Street, que rebotó con fuerza ante el repunte de de las compañías relacionadas con la fabricación de chips y de los últimos datos económicos, ya que refuerzan las apuestas de que la Reserva Federal recortará 25 puntos básicos en la reunión de septiembre.
En el plano empresarial destacaron las caídas de Aena, que reportó unos resultados récord impulsados por el fuerte aumento del número de pasajeros que pasan por sus aeropuertos. Le sigue BBVA, que logró un incremento del 38% en sus beneficios gracias al crecimiento de los márgenes de intereses y la recuperación del crédito. Telefónica superó las expectativas y obtuvo unos beneficios cercanos a 1.000 millones. Estos resultados demuestran la efectividad del plan estratégico de la compañía, que busca acelerar el crecimiento, mejorar la rentabilidad y fortalecer la sostenibilidad del negocio.
Las empresas estadounidenses incorporaron la menor cantidad de trabajadores desde principios de año y el crecimiento de los salarios se desaceleró. Es probable que los funcionarios de la Reserva Federal sugieran que están dispuestos a recortar los tipos de interés en septiembre, aunque es difícil que lo confirmen. Los inversores otorgan un 96% de posibilidades a esta opción después de que en las últimas semanas también se produjera un enfriamiento de la actividad económica.
La inflación en la zona del euro se aceleró inesperadamente, un resultado que puede hacer que el Banco Central Europeo se muestra más cauteloso a la hora de recortar aún más las tasas de interés. Los precios al consumidor aumentaron un 2,6% en julio respecto al año anterior, superando el resultado del 2,5% de junio. Aunque la inflación subyacente si logró moderarse después de meses de estancamiento.
