Llega Iheanacho y Jordán no se va. Parece que viene Agoumé y Januzaj no está. A dos semanas del inicio liguero las marchas se acogen con más alegría que las llegadas en un Sevilla en fase de construcción, al que le llegan los ladrillos con la frecuencia sobrada para que entre paletada de mortero y mortero García Pimienta comience a levantar un edificio en el que él es el techo. Al menos será fácil encontrar sitio para la ventanas de emergencia, dado que la puerta está atrancada por dentro. En las redes hierven las críticas contra Joan Jordan por no facilitar su salida cuando el club está necesitado de su plaza. La culpa no es suya. Los contratos se firman...
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