Paloma Cuevas (51 años) ha sabido labrar una carrera destacada no solo en la alta sociedad española sino también en el ámbito empresarial y del diseño de moda. Nacida el 11 de septiembre de 1972 en Madrid y criada en Córdoba, Paloma es hija del reconocido torero Victoriano Valencia y de la célebre bailaora de flamenco Paloma Díaz Combarro . Desde su infancia, Cuevas estuvo inmersa en un ambiente donde el arte, la disciplina y el glamour eran fundamentales, lo que la preparó para enfrentar con éxito diversos retos profesionales. La trayectoria académica de Paloma la llevó a Estados Unidos, donde estudió Administración de Empresas en Boston. Antes de consolidarse como empresaria, incursionó en el modelaje, demostrando desde temprana edad su versatilidad y capacidad para destacarse en diferentes ámbitos. A lo largo de los años, Paloma ha sabido diversificar sus intereses y negocios. En 2016, colaboró con Yanes , una prestigiosa compañía de joyería en España, diseñando una línea exclusiva cuyos beneficios apoyaron a la Fundación Aladina , dedicada a mejorar la vida de niños enfermos de cáncer. Además, junto a su amiga Susana Gil, fundó Piccolo Mondo , una tienda de mobiliario infantil gestionada a través de Babycari S.L. , que en 2019 facturó más de medio millón de euros. Otra de sus colaboraciones notables ha sido con Rosa Clará , una reconocida marca española de moda. En 2022, lanzaron una colección de vestidos de fiesta y cóctel de alta costura, destacando por su sofisticación y elegancia, características inherentes a todas las creaciones de Paloma. Paloma Cuevas no solo ha destacado en la moda y los negocios, sino que también ha sido una figura clave en diversas inversiones inmobiliarias. Participó activamente en las empresas ligadas a su ex esposo, el torero Enrique Ponce, como la inmobiliaria de Ponce y las compañías de aceites Onubecam S.L . y CPM Building S.L. También se involucró en la producción de aceite gourmet de la finca La Cetrina en Jaén. La fortuna de Paloma se refleja en las lujosas propiedades que compartía con Enrique Ponce . Entre estas, se incluyen un chalet en La Finca , un departamento de lujo en Madrid y la emblemática finca La Cetrina , que tras el divorcio pasó a ser de su propiedad. Este último obsequio de su padre, con una extensión de 6,500 metros cuadrados, se sitúa en una de las zonas más exclusivas de España y cuenta con una impresionante casa con cinco habitaciones, piscina privada y un extenso jardín. A lo largo de su vida, Paloma Cuevas ha sabido mantener e incrementar su patrimonio, consolidándose como una de las mujeres más influyentes en la sociedad y el ámbito empresarial español . Su elegancia, visión de negocio y capacidad para reinventarse la han convertido en un referente, tanto en el mundo de la moda como en el de los negocios. Además de su papel en la alta sociedad, Paloma ha demostrado un compromiso significativo con causas benéficas, lo que refuerza su imagen de empresaria y figura pública con un fuerte sentido de responsabilidad social. Paloma Cuevas continúa siendo un ejemplo de éxito y sofisticación, inspirando a muchos con su capacidad para combinar elegancia, talento empresarial y un corazón generoso.