Ambos bandos tuvieron fiascos a lo largo de la Segunda Guerra Mundial. Aquí se recogen algunas de esas misiones frustradas.
Entre los errores de cálculo más sonados de los aliados se cuentan dos hundimientos de barcos británicos. Cuando Churchill dio la orden de trasladar a Singapur el crucero HMS Repulse y el acorazado HMS Prince of Wales, su buque insignia, estaba convencido de que su sola presencia allí disuadiría a los japoneses de atacar territorios británicos de ultramar en el sudeste asiático. Pronto se demostraría que erró en sus cálculos.]]>