El presidente gallego, Alfonso Rueda , criticó este martes de forma muy contundente el acuerdo de Partido Socialista de Cataluña y Esquerra Republicana de Catalunya para investir presidente de la Generalitat a Salvador Illa, que prevé que la Comunidad salga del régimen común y que la Agencia Tributaria Catalana gestione, liquide, recaude e inspeccione todos los impuestos. «Y no por poner a un presidente socialista», que consideró «gravísimo», sino porque con esto considera que «lo que se está buscando» es «apuntalar» a Pedro Sánchez en la Moncloa. Cuestionó, además, que fuese una «casualidad» que saliese la noticia el mismo día que el titular del Gobierno tuvo que declarar como testigo en el caso contra su mujer, Begoña Gómez, y reiteró lo que ya había dicho el lunes tras la reunión del Consello: urge que se reúna a la Conferencia de Presidente, algo que, en su opinión, no sucede porque el Gobierno no sabría como explicar las decisiones que está tomando. «No podemos acostumbrarnos. Yo me niego a que normalicemos decisiones que nos afectan a todos, a toda España, a todas sus comunidades autónomas, a todos sus habitantes, y se tomen en beneficio de una sola persona por su interés y por su supervivencia«, reivindicó el mandatario autonómico ayer ante los medios, tras un acto que celebró en el municipio de Caravaca de la Cruz con su homólogo murciano, Fernando López Miras, con motivo del Año Jubilar. Allí, Rueda se mostró seguro de que «evidentemente», no es «casualidad» que la noticia saliese a la luz «precisamente el día que tiene que declarar como testigo el presidente del Gobierno por un presunto caso de corrupción de su entorno familiar». Para el titular de la Xunta, este acuerdo supondría una ruptura «en todo tipo de igualdades» –la jurídica, la económica, la territorial...–, algo que, aseguró, «no podemos normalizar». «Ya no por poner a un presidente socialista en la Generalitat, que sería gravísimo», indicó, sino porque «lo que aquí hay, en el fondo, lo que se está buscando es mantener a Pedro Sánchez, intentar consolidarlo, apuntalarlo en la Moncloa». «Lo que parece que va a pasar», vaticinó el presidente autonómico, «es que el régimen económico que nos mantenía unidos, que nos hacía reconocibles, que le da sentido a la nación de la que formamos parte, se va a romper una vez más por los intereses de los de siempre, cedidos por los de siempre. Y nosotros tampoco lo vamos a permitir». Y, en línea con la posición que el Ejecutivo gallego ha mantenido sobre este tema, reiteró: «Siempre digo lo mismo, en Galicia no queremos quitarle nada a nadie, pero desde luego no vamos a tolerar que para darle a otros más de lo que les corresponde nos lo quiten a nosotros». Para ello, indicó, que la Xunta «hará fuerza» con el resto de comunidades autónomas, que «simplemente quieren» un reparto en igualdad. «Todos tenemos nuestros intereses, nuestras aspiraciones, que no tienen por qué coincidir, pero hablémoslas conjuntamente», clamó. A renglón seguido, hizo alusión precisamente a otro de los temas de actualidad, asegurando que «cada día es más evidente por qué Pedro Sánchez no quiere reunir la Conferencia de Presidentes». Ya el lunes, explicó en el Consello de la Xunta que «nos vimos obligados a algo que yo siempre pensé que no iba a ser necesario, que es presentar un recurso para que el Gobierno de España y su presidente cumplan la ley». Y es que según explicó el mandatario autonómico, «hace meses» que pidieron que se llevase a cabo el encuentro, pero «el presidente no nos quiere reunir, no quiere dar la cara, no se quiere sentar con nosotros» porque «tendría muy difícil explicar –o imposible, bajo su opinión, apuntó– las decisiones que está tomando». Una cuestión que, según Alfonso Rueda, hace que sea aún más imprescindible que se celebre la reunión y que, «desde luego», se «pare esta locura, esta deriva donde nos hemos instalado y donde se está cediendo lo que es de todos en favor de los territorios que le interesan a Pedro Sánchez, simplemente para seguir en el poder«. Unas críticas ante las que el Gobierno respondió a través de su Delegado en Galicia, Pedro Blanco, que tras el anuncio del lunes reivindicó que nunca hubo un gobierno que, según él, apostase tanto por el diálogo y la gobernanza con las comunidades autónomas como el actual. «Solo seis de las 26 conferencias celebradas hasta la fecha tuvieron lugar antes de que Pedro Sánchez fuese presidente del Ejecutivo», defendió, afeando que, durante su gobierno, Mariano Rajoy convocase dos en siete años.