Tras la entrega de los resultados de la elección presidencial en Venezuela el domingo pasado, que dieron como vencedor a Nicolás Maduro, las calles de Caracas y distintas regiones del país han sido tomadas por la ciudadanía como muestra de protesta ante un eventual fraude electoral.
De acuerdo a Foro Penal, organización no gubernamental venezolana de derechos humanos, desde el lunes 29 de julio hasta las 10 horas del martes 30 del mismo mes, 132 personas fueron detenidas por las fuerzas policiales y seis han muerto producto de las mismas protestas.
Este martes el líder opositor venezolano, Edmundo González, llamó las fuerzas de seguridad del Estado “a respetar la voluntad de los venezolanos”, expresada el 28 de julio en las elecciones presidenciales, y a “detener la represión de manifestaciones pacificas”.
“Ustedes saben lo que pasó el domingo, cumplan con su juramento. La Constitución esta por encima de todos. Los venezolanos queremos paz y respeto a la voluntad popular. La verdad es el camino a la paz”, expresó González.
En vista de las masivas protestas, del lado oficialista, el ministro de Defensa y general en jefe del Ejército Bolivariano, Vladimir Padrino López, acusó que en Venezuela se está llevando a cado un golpe de Estado.
“Estamos en presencia de un golpe de Estado”, declaró Padrino López en una alocución transmitida por el canal Venezolana de Televisión (VTV), acompañado del alto mando militar.
El ministro de Defensa señaló que tiene instrucciones de Maduro de no permitir un alzamiento y aseguró que el supuesto golpe de Estado ha sido “fraguado nuevamente por los factores fascistas de la derecha extremista apoyada por el imperialismo norteamericano y sus lacayos”.
