Como nuestro ordenamiento jurídico es muy romántico permite al testigo no declarar en contra de su pareja. Pero yo diría que es romántico sólo a medias. De serlo completamente, alentaría y premiaría el declarar a favor. A todos nos gusta que quien nos quiere nos lo demuestre en los momentos difíciles. Como en las bodas de la tele, pero al revés: «Si tiene algo que decir a favor de su pareja, dígalo aquí y ahora». ¿Qué sentido tiene amar a alguien, verlo sufrir ante un tema judicial, poder argumentar a su favor y no hacerlo cuando te dan la oportunidad? El silencio en el amor siempre me ha parecido un misterio . Como esos matrimonios capaces de cenar en un...
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