Hace un año, casualmente visitamos España durante la semana del Orgullo en Madrid, una de las mayores celebraciones anuales con esta temática en el mundo. Por toda la ciudad, los jóvenes, en su mayoría hombres, llenaban las calles celebrando su libertad frente a las convenciones sociales. Y en esas mismas calles, otras personas que tradicionalmente son fruto de las convenciones sociales brillaban por su ausencia: los bebés y los niños. La aritmética que subyace tras ese sorprendente desequilibrio es sencilla: una caída libre de los nacimientos en todo Occidente . En España, que registra la tasa de fecundidad europea más baja después de Malta, las mujeres tienen ahora su primer hijo entre los 30 y los 39 años. «Tenemos provincias...
Ver Más