El Ayuntamiento de Valencia impulsará la creación de una ruta de esculturas, a tamaño natural, de personajes de películas y obras literarias ambientadas en la ciudad. Con el lema 'Proyecto de ruta escultórica de personajes literarios y cinematográficos en la ciudad de València' , la iniciativa tiene como objetivo «llevar la cultura a la calle» a través de 25 esculturas previstas, diez con referentes audiovisuales y 15 provenientes de obras literarias. El proyecto se ha presentado en un acto celebrado en la Nau 3 de Ribes y que ha contado con la presencia del concejal de Acción Cultural, Patrimonio y Recursos Culturales, José Luis Moreno, acompañado del escritor Francisco López Porcal y del periodista Carlos Aimeur. A la presentación también han acudido la directora general de Patrimonio Cultural de la Generalitat, Marta Alonso; descendientes de Luis García Berlanga y de Vicente Blasco Ibáñez, así como numerosos representantes del arte, el audiovisual y del sector del libro de la ciudad. El concejal ha indicado que la finalidad de la ruta es «poner en valor» Valencia como escenario de ficción y «rendir homenaje» a todos aquellos personajes que han contribuido a popularizar la ciudad en el imaginario literario y cinematográfico «con el fin de perpetuar su memoria en el tiempo y de que se integren en el paisaje urbano y en la vida cotidiana de los ciudadanos». El número de esculturas «no es un cupo cerrado», por lo que esta cantidad es el primer avance con el que parte el proyecto, que tendrá una ejecución «a largo plazo». «La idea es crear todos los años tres o cuatro esculturas, con lo cual el mapa escultórico se completará en su totalidad a lo largo de varios años», ha especificado. Se calcula que en 2025 ya se podrá disponer del presupuesto para adjudicar las primeras piezas, que serán realizadas por diversos artistas valencianos . «Las primeras, seguramente, sean las de los personajes de Blasco Ibáñez con motivo del centenario de su muerte en 2028», ha adelantado. Las esculturas serán de bronce y de carácter figurativo, se situarán en los lugares donde transcurre la trama de la acción, a la altura de los peatones, para que sean «palpables» por la ciudadanía, además de contener un código Qr para poder leer fragmentos de la novela o visionar parte de la película en la que aparece, y por tanto el gobierno municipal ha solicitado, para aquellas obras que no sean aún de dominio público, la correspondiente cesión de derecho de reproducción. De esta forma, el edil ha destacado que mediante esta ruta el consistorio pretende «convertir a la ciudad en un escenario cultural» y «formar un museo al aire libre» . «Queremos que más que un reclamo turístico, que la propia ciudadanía valenciana conozca mejor a nuestra ciudad y que permita acercar, de una manera atractiva, a la población en general y a nuestros más jóvenes en particular, los títulos de ficción más destacados de cuantos han tenido a la capital del Turia entre sus localizaciones», ha subrayado. Además, todas las esculturas no estarán ubicadas en el casco antiguo, que suele ser escenario de muchas obras. «Se ha buscado la descentralización, que en los barrios exista este tipo de figuras, y también la pluralidad y la diversidad a través de personajes femeninos y otros pertenecientes a novelas y películas en valenciano», ha apuntado. Los encargados de dar forma a este proyecto han sido el filólogo y escritor Francisco López Porcal, cuya tesis doctoral giró en torno a Valencia en el imaginario del discurso ficcional, y el periodista Carlos Aimeur, ganador del Premio Ciudad de Valencia en 2007 y ex jefe de prensa del Instituto Valenciano del Audiovisual y la Cinematografía. Entre los títulos escogidos , se encuentran, por ejemplo, 'L'Espill' (ca. 1460), de Jaume Roig; 'Flor de mayo' (1895) y 'Cañas y barro' (1902), de Vicente Blasco Ibáñez; 'El faba de Ramonet'(1933), de Joan Andreu; 'El chico que robó un millón' (1960), de Charles Crichton; 'La maldición de la pantera rosa' (1983), de Blake Edwards; 'Els treballs perduts' (1989), de Joan Francesc Mira; 'Todos a la cárcel' (1993), de Luis García Berlanga; 'Gràcies per la propina' (1994), de Ferran Torrent; 'Tranvía a la Malvarrosa' (1997), de Manuel Vicent; 'La gran aventura de Mortadelo y Filemón' (2003), de Javier Fesser; 'La mala educación' (2004), de Pedro Almodóvar; 'Babas de caracol' (2006), de María García-Lliberós; o 'Tomorrowland' (2015), de Brad Bird. «Para lograr el máximo equilibrio se ha tratado de evitar la sobrerrepresentación de ningún autor, con la notable excepción de Vicente Blasco Ibáñez y Luis García Berlanga , máximos exponentes de sus respectivas disciplinas en nuestra ciudad y a los que, hemos querido reservar, en consecuencia, un lugar destacado en la ruta», ha señalado Moreno. Asimismo, ha indicado que en el marco de esta iniciativa, el Gobierno municipal impulsará igualmente la reedición de obras actualmente descatalogadas como 'Los locos de Valencia' (1620), de Lope de Vega; o 'El río viene crecido' (1960), de María Beneyto, con ocasión del cumplimiento del centenario de su nacimiento. Francisco López Porcal ha explicado que el espíritu del proyecto es «llevar al espacio público las figuras más características de nuestra literatura para que sean adoptadas por el ciudadano, paseantes y transeúntes, y cuya efigie forme parte de la naturalidad cotidiana». Asimismo, ha calificado el proyecto como «pionero» al afirmar que en España, dos de esos casos aislados de «asimilación» urbana lo constituyen la imagen en bronce de Ana Ozores, protagonista «indiscutible» de 'La Regenta', de Leopoldo Alas Clarín, frente a la catedral de Oviedo; y la estatua del Lazarillo de Tormes, junto al puente romano de Salamanca, sin existir más precedentes. «Una circunstancia que convierte en pionera a nivel nacional la iniciativa promovida por el Ayuntamiento de Valencia», ha manifestado. «Valencia cuenta con un amplio imaginario en cuyo espectro late el nervio de numerosos personajes nacidos de la creatividad de autores de todos los tiempos», ha subrayado, a lo que ha añadido que el hecho de que Valencia no posea una «obra culmen» no debe «empañar en absoluto su incuestionable carácter literario», ha manifestado. En el caso de la segunda de las rutas proyectadas, «se ha procurado que, además de ser un listado representativo de las películas que han tenido a Valencia como escenario, en él tuvieran una presencia destacada nuestros cineastas locales y que todas las obras seleccionadas tuvieran, al menos, una década de existencia», ha explicado Carlos Aimeur. Partiendo de estas premisas, se han elegido diez largometrajes y sus correspondientes figuras escultóricas. Además, ha señalado que «se ha aspirado a que la selección abarcara igualmente todas las décadas». Así, se ha incluido una película de los años 30, otra de los 60 y dos films de las décadas de los 80, 90, 2000 y 2010. Por último, ha remarcado que el objetivo final es reivindicar que la literatura y el audiovisual «están vivos» y en contacto con la ciudadanía. «Queremos esculturas para construir un vínculo entre la ciudadanía y la obra de ficción, por eso te podrás encontrar al negro con el saxo de Ferran Torrent en el cruce de San Vicente con la Plaza de la Reina o a los protagonistas de La Mala Educación en frente de la Casa de Trencadís de Benimaclet», ha indicado. «Mediante las esculturas en el espacio público, las ciudades comunican la imagen que quieren dar al exterior y nosotros queremos transmitir el espejo de los artistas, el retrato que han hecho de Valencia y de la gente que ha vivido aquí», ha concluido.
