Se acabó. España está fuera del torneo de balonmano femenino en París 2024. Las Guerreras volvieron a perder, esta vez frente a Países Bajos (29-24), y los dos partidos que restan son ya meros trámites antes de coger el vuelo de vuelta.
Porque el tercer partido fue, más o menos, una continuación de los dos anteriores. Un primer tiempo en el que las españolas merecieron más y se fueron perdiendo. Y un segundo en el que, lejos de reaccionar, se terminaron hundiendo en el marcador para cerrar con otra abultada derrota.
Al menos esa primera mitad fue lo mejor que se le ha visto a España en estos tres encuentros. Pero tampoco íbamos a esperar regalos de las neerlandesas. Las pérdidas en ataque condenaron a las Guerreras, que se sostuvieron en una Merche Castellano muy seria con un 42 por ciento de paradas antes del descanso. Aun así, y pese a ir por delante casi todo el tiempo, un arreón final de Países Bajos y una sucesión de fallos y tiros al poste dejaron el tanteo en 12-14 al descanso.
Pero, si en la segunda mitad tardas nueve minutos en hacer un gol, el resto se lo pueden imaginar. En ese tiempo, un parcial de 5-0 dejó el partido prácticamente muerto y, con él, también cualquier esperanza de avanzar a cuartos de final. Logró España cerrar la vía de agua, pero el intercambio de goles no era suficiente, y el milagro no llegó.
Hubo un atisbo al filo del minuto 45, cuando las españolas lograron forzar varias pérdidas de Países Bajos. Pero tampoco fueron capaces de materializarlas. Entre una Ten Holte que, tras una primera parte sin atajar ni una bola, decidió pararlo todo en la segunda, otra sucesión de tiros al poste y una nueva batería de errores en ataque, los últimos minutos fueron para firmar la sentencia. El parcial de 3-0 llegó cuando íbamos ocho abajo y no daba tiempo a mucho más. Mejoró España respecto a lo mostrado anteriormente, pero no fue suficiente.
Termina así la andadura de las Guerreras en París. Quedan dos partidos para tratar de no irse a cero y pelear, al menos, por acabar en el puesto más alto posible. Un final prematuro y muy por debajo de las expectativas que se traían a los Juegos. Y no tanto por el hecho de no pasar, que podía ocurrir, sino por caer tres veces en tres partidos.