En una votación muy dividida, y con fuertes recriminaciones en el plenario, la Asamblea Legislativa votó este lunes una moción en la que expresa “su más enérgico rechazo” a las violaciones de los derechos políticos de los ciudadanos venezolanos y el debilitamiento de su sistema democrático.
Se trata de una declaración impulsada por el Partido Liberación Nacional (PLN), respaldada por apenas 28 legisladores frente a 20 en contra. La aprobación se dio luego de que se rechazó otra moción del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), la cual exigía advertir que hubo fraude en las elecciones de este domingo en Venezuela y, por tanto, el Congreso reconocía como presidente electo, de una vez, a Edmundo González Urrutia.
Los debates entre los jefes de fracción fueron extensos, con casi dos horas de recesos, para que se rechazara primero el planteamiento del PUSC y se aprobara el liberacionista.
Ya en los micrófonos, los reclamos también subieron de tono. Liberación votó negativamente la propuesta de la Unidad, que exigía una posición más fuerte, denunciando el fraude y exigiendo la aplicación de la Carta de la Organización de Estados Americanos (OEA).
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Entonces, Fabricio Alvarado, de Nueva República (PNR); Johana Obando y Eliécer Feinzaig, del Partido Liberal Progresista (PLP), y las socialcristianas María Marta Carballo y Daniela Rojas, acusaron al PLN de tibieza.
Daniel Vargas, subjefe del oficialismo, declaró que la bancada del Partido Progreso Social Democrático (PPSD) no avalaba el punto 5 de la moción del PUSC, donde se exigía al gobierno de Rodrigo Chaves reconocer como presidente electo a Edmundo González Urrutia.
La moción finalmente aprobada hace un llamado a la comunidad internacional para que se una en la denuncia de las irregularidades del proceso electoral venezolano y se apoye al pueblo de ese país en su lucha por la democracia.
“Que se exhorte a las instituciones y organismos internacionales, incluyendo a la Organización de Estados Americanos (OEA) y las Naciones Unidas (ONU), a tomar medidas efectivas para garantizar el respeto a la voluntad del pueblo venezolano y la restauración de la democracia en Venezuela”, plantea la moción aprobada.
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Adicionalmente, insta a las autoridades del Consejo Nacional Electoral (CNE) venezolano a publicar los resultados y realizar un proceso transparente de verificación de las actas de cada mesa electoral, “en aras de que prevalezca la voluntad popular expresada en las urnas”.
“Asimismo, se insta a la comunidad internacional y a las autoridades venezolanas a velar por la protección de la vida, la dignidad humana de todos los actores políticos y participantes del proceso electoral, para que el régimen no tome represalias o persecución a dichas personas”, dice el pronunciamiento aprobado.
Fabricio Alvarado enfatizó que lo vivido en Venezuela este domingo no tiene otro nombre que el de fraude y reclamó que es demasiado diplomática. “Esto no llama las cosas por su nombre”, dijo.
El jefe del PLN, Óscar Izquierdo, lamentó que PUSC, PLP, PNR y Frente Amplio no votaran su propuesta, porque “desde el punto de vista legal y de las relaciones internacionales, hay que ir por etapas; por eso, presentamos esta moción, para que se entienda por etapas, como corresponde”.
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María Marta Carballo, jefa del PUSC, enfatizó que su bancada ha condenado los actos de Maduro desde las primeras violaciones. “¿Por qué duele ponerle la palabra fraude a una moción? Es un vil fraude, no entiendo por qué les duele. Siento una enorme frustración de no llamar las cosas como son y debemos reconocer a don Edmundo como presidente, porque así lo decidió el pueblo venezolano”, dijo.
“En tiempos en que la libertad es arrebatada, la tibieza no tiene cabida. Es evidente el fraude cometido y querer cegarse a eso, es darles la espalda a millones de venezolanos que están sufriendo. Es tiempo de aclarar: ¡libertad para Venezuela!”, cuestionó Johana Obando.
Por su parte, Daniela Rojas, del PUSC, refutó a Izquierdo, al decirle que “cuando de libertad se trata no hay etapas, no hay tibiezas cuando se trata de enfrentar a un dictador”.
El Frente Amplio no solo rechazó la moción de la Unidad, como hizo la mayoría del plenario, sino que también estuvo en contra de la moción del PLN, en el caso de dos diputadas, y el resto de legisladores se salió del plenario para no votarla.
Sofía Guillén, en el caso de la primera moción, cuestionó que se afirme la existencia de fraude en las elecciones venezolanas, también que se pida al gobierno reconocer como nuevo presidente a Edmundo González y finalmente que se pida “intervención extranjera”.
“Yo tengo serias críticas al proceso, pero no puedo apoyar que Costa Rica se pronuncie diciéndole a otro país quién es su nuevo presidente”, dijo. Agregó que apoya la posición de los gobiernos de México, Colombia y Brasil, que exigen la publicación de la totalidad de los resultados electorales.
En la votación de la propuesta del PUSC, los seis frenteamplistas votaron en contra; en la del PLN solo lo hicieron Rocío Alfaro y Priscilla Vindas. El resto de integrantes del FA se salieron del plenario para no emitir su voto.
Se trata de Antonio Ortega, jefe de la bancada; Ariel Robles, Sofía Guillén y Jonathan Acuña.
Alfaro aseguró que “denuncias y pruebas son cosas muy distintas” y alegó que hay muchas denuncias de la oposición, pero que “no hay ninguna prueba de fraude. La misma oposición venezolana que ayer llamaba a las fuerzas armadas y a la ciudadanía a respetar los resultados, hoy no los quiere respetar. Respetar las reglas del juego incluye respetar los resultados de ese juego democrático que son los procesos electorales”, dijo Alfaro.
La diputada adujo que los principios del derecho internacional no son selectivos y que la autodeterminación de los pueblos y el principio de no injerencia siempre se debe respetar.
