El sendero está encharcado, pero por los márgenes se puede caminar sin notar que las suelas son ventosas que se hunden. La lluvia caída los primeros días en París hacen de los Jardines de Versalles, donde se celebran las pruebas de hípica , una bellísima estampa pastosa y húmeda que trepa de los pies hasta las rodillas de los pantalones dejando un rastro de barro gris. ¿Cómo es posible, entonces, que los caballos que están galopando en la pista de arena tengan las manos y los pies impolutos, si ese suelo también ha estado a la intemperie? Los jinetes de doma clásica están probando la pista. Es una toma de contacto en la que muestran a los animales el escenario...
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