La derrota ante
Djokovic permite a
Nadal centrar sus opciones en el doble con Alcaraz. Esa es la conclusión más beneficiosa tras el encuentro disputado ante el serbio que se mostró superior a
Rafa en un partido icónico, en el que la gente de Roland Garros siguió haciendo su particular homenaje al gran tenista español. Ese aprecio llegó a enervar a
Novak, que dedicó un mal gesto a la grada, aunque siempre mostró respeto a Nadal tanto en la pista como en sus declaraciones anteriores y posteriores.
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