Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, reveló sus intenciones de llevar a cabo una reforma integral de la Corte Suprema. La acción del mandatario surge en respuesta a una serie de decisiones judiciales y escándalos éticos que han generado una creciente desconfianza pública en la institución. Biden, en sus últimos seis meses en el cargo, busca dejar un legado importante en el sistema judicial del país.
En un discurso previsto para Austin, Texas, Biden expondrá los detalles de su propuesta. Entre las medidas destacadas se encuentran la limitación de los mandatos de los jueces del Tribunal Supremo de Estados Unidos, actualmente vitalicios, a un período de 18 años. Además, se plantea la necesidad de revertir el reciente fallo que respalda las reclamaciones de inmunidad presidencial del expresidente Donald Trump.
Biden ha enfatizado la urgencia de reformar la Corte Suprema para restaurar la confianza del público en el sistema judicial. La propuesta incluye la creación de un código ético vinculante para los jueces, similar al que rige a otros jueces federales. Esta medida surge tras una serie de escándalos que han involucrado a jueces conservadores, lo que ha erosionado la percepción de imparcialidad del tribunal.
El presidente también propone una reforma constitucional para revertir el fallo que otorga inmunidad presidencial, una decisión que ha sido utilizada por Trump para impugnar su reciente condena penal. Biden argumenta que estas acciones son necesarias para asegurar que nadie esté por encima de la ley, ni siquiera los jueces del Tribunal Supremo o el presidente de Estados Unidos.
Biden señaló que la actual configuración de la Corte Suprema, con una mayoría conservadora de 6-3, ha resultado en fallos que socavan derechos fundamentales y bloquean políticas clave de su administración. Uno de los ejemplos más controvertidos es la anulación de la sentencia Roe contra Wade en 2022, que había protegido el derecho federal al aborto desde 1973. Este fallo ha llevado a que al menos 20 estados prohíban total o parcialmente el aborto, afectando los derechos reproductivos de millones de mujeres.
Además, el Tribunal Supremo ha emitido decisiones que limitan el poder de las agencias federales, obstaculizando la agenda de Biden en áreas como la inmigración, los préstamos estudiantiles y el cambio climático. Estas decisiones reflejan, según Biden, una tendencia preocupante hacia la judicialización de la política, donde las decisiones de los jueces tienen un impacto desproporcionado en la vida de los ciudadanos y en la implementación de políticas públicas.
Las reformas propuestas por Joe Biden incluyen limitar a 18 años el mandato de los jueces del Tribunal Supremo, con el objetivo de garantizar una rotación más frecuente y reducir la influencia prolongada de una sola presidencia sobre el tribunal. Esta medida pretende evitar que un solo presidente pueda moldear la composición del tribunal de manera duradera, asegurando una representación más equilibrada y dinámica.
Por otra parte, otra medida clave es la implementación de un código ético obligatorio para los jueces del Tribunal Supremo. Este código abordaría cuestiones de regalos, actividades políticas y transacciones financieras, estableciendo estándares claros y aplicables para evitar conflictos de interés y asegurar la transparencia. La Casa Blanca ha destacado que estas reformas buscan no solo restaurar la confianza pública, sino también fortalecer la integridad del sistema judicial.
