Francia es de nuevo víctima de sabotajes en sus redes de fibras ópticas, consumados por grupúsculos de ultraizquierda muy activos en todo el territorio nacional . Durante la madrugada del domingo al lunes, las redes de fibras ópticas de varios operadores de radio, televisión y teléfono fueron víctimas de un rosario de sabotajes en seis departamentos repartidos por toda Francia, en las Bouches-du-Rhône, l'Aude, l'Oise, l'Hérault, la Meuse y la Drôme. Los sabotajes realizados en esos departamentos podían afectar a los usuarios de radio, televisión y teléfonos móviles en el resto de Francia. Los sabotajes de redes de fibras ópticas afectaron esencialmente a los clientes de las redes afectadas, de manera muy aleatoria: corte completo de los servicios y comunicaciones, funcionamiento «irregular», interrupciones intermitentes. Sin tratarse de una gran catástrofe nacional, como la del viernes pasado, se trata de trastornos doblemente significativos, por su repetición y por coincidir con la celebración de los Juegos Olímpicos, en París . A las posas horas de conocerse los nuevos sabotajes, Gérald Darmanin, ministro del Interior, hizo un primer balance provisional de las operaciones en curso tras el gran sabotaje de cuatro de las grandes líneas de ferrocarril nacionales. «Hemos identificado a varios sospechosos, relacionados con la ultraizquierda», ha declarado Darmanin, agregando: «Los servicios de seguridad están actuando con rapidez y esperamos tener resultados pronto». Una hora más tarde, los servicios de seguridad anunciaron la detención de un militante de ultraizquierda en el departamento de la Seine-Marieime, en las inmediaciones de la estación de ferrocarril de Oissel. Según las primeras filtraciones policiales, el detenido tenía en su poder tenazas, material para cortar cables, juegos de llaves de muchas instalaciones relacionadas con la fibras ópticas y las llaves de acceso a muchos locales de la Société nationale des chemins de fer français (SNCF), equivalente a la Renfe francesa.