En términos generales, los datos conocidos para el segundo trimestre están marcando un crecimiento inferior al que todos imaginábamos con el impresionante gasto tanto de inversión en infraestructura como el correspondiente al gasto de los programas sociales y el de las campañas electorales por parte de las dos coaliciones partidarias.
Este martes el INEGI publicará la estimación preliminar del PIB al segundo trimestre de este 2024. A la fecha se tienen publicados los datos del IGAE de abril y de mayo, con un crecimiento del 0.9% y del 1.6% anual respectivamente. A su vez el INEGI estima con su Indicador Oportuno de la Actividad Económica un crecimiento del 0.9% para junio. El promedio aritmético de estas cifras daría un crecimiento estimado para el PIB del segundo trimestre del 1.1% anual.
Con nuestros indicadores oportunos (IBAM), Bursamétrica está estimando una variación negativa en el IGAE de junio del 1.3% anual. Esta Indicador será publicada por el INEGI el 22 de agosto próximo, junto al reporte definitivo del PIB al segundo trimestre. De ser acertada esta estimación, el crecimiento del segundo trimestre se ubicaría en 0.4% anual.
La estimación negativa de nuestro indicador tiene como sustento, entre otros, las cifras preliminares de la balanza comercial de junio que presentaron una caída de las exportaciones no petroleras del 4.4% anual; dentro de estas, ocurrió una baja del 6.8% en las exportaciones manufactureras no automotrices. En el mercado interno las ventas de las cadenas comerciales afiliadas a la ANTAD a tiendas comparables presentaron una caída del 1.88% anual en términos reales.
Lo que más llama la atención es la rápida desaceleración que se está dando en nuestra economía aún antes de las elecciones, y en contraste con la estimación preliminar del crecimiento del PIB estadounidense del 3.1% anual (2.8% anualizado), para el mismo segundo trimestre, que implica una importante aceleración en la economía, que se atribuye a un mayor gasto de consumo en los hogares, a la inversión privada en inventarios y al gasto de inversión fija no residencial (obras de infraestructura).
Las últimas encuestas entre analistas del sector privado ya están promediando un crecimiento inferior al 2% para todo el 2024 para México. A diferencia de los dos años previos, en el actual las revisiones están siendo a la baja.
El crecimiento del PIB al primer semestre podrá ubicarse entre el 1.5% y el 1.2% anual, dependiendo del avance de la economía en junio. De ser acertado, la economía mexicana va a crecer en todo este año mucho menos que el 1.9% que predice el consenso de los analistas.
La razón nos lleva a asumir un crecimiento mucho más moderado en el segundo semestre que en el primero. Algunas de las razones que están detrás de este escenario son;
1. Tradicionalmente, después de las elecciones presidenciales, la economía mexicana entra a un periodo de desaceleración ante un menor gasto gubernamental y un menor gasto de los partidos.
2. Adicionalmente, la incertidumbre que plantea normalmente un nuevo gobierno hace que los agentes económicos retrasen sus proyectos de inversión hasta tener más claras las señales de un nuevo gobierno.
3. En el caso que nos ocupa, la incertidumbre política interna es mayúscula ante la intención del presidente AMLO de acelerar las reformas del denominado Plan C, particularmente la reforma al Poder Judicial y la reforma que pretende suprimir los organismos reguladores autónomos.
4. Adicionalmente se tiene la coincidencia de las elecciones presidenciales en Estados Unidos, en donde acaba de renunciar a la candidatura del Partido Demócrata el presidente Biden, para intentar la reelección, respaldando a la vicepresidenta Kamala Harris para que asuma la candidatura demócrata, quien en algunas encuestas sale con dos puntos de ventaja sobre el contendiente republicano Donald Trump, y ha logrado una cifra récord de captación de donativos de 200 millones de dólares en unos pocos días. En ambos casos las propuestas económicas son proteccionistas, mucho más radicales en el caso del expresidente Trump, pero en ambos casos se tiene un ingrediente adicional de incertidumbre sobre el futuro de la relación comercial con México, principalmente por el capital y el comercio que tenemos con China.
Bursamétrica está pronosticando un crecimiento de entre el 0.5 al 1.0% en el segundo semestre, ante la aceleración de la economía de los Estados Unidos. Con esto, el crecimiento del PIB mexicano estaría oscilando en un rango de entre el 1.2% y el 0.8% anual para este ejercicio fiscal.