Llega a la ciudad una iniciativa que ya se ha llevado a cabo en otros puntos de España y que tanto feriantes como la Asociación de Autismo ven con buenos ojos por darles la "oportunidad" de disfrutar
Crónica - Blusas y neskak ensayan las fiestas de Vitoria en un gran día de espíritu rural, barricas y paseíllos
La Selva Encantada, el Rocket y el Saltamontes son ya algunos de los nombres habituales que se dejan ver entre las barracas que cada año inundan el recinto ferial de Mendizabala, en Vitoria, entre finales de julio y comienzos de agosto, cuando las celebraciones en honor a Santiago se ligan con las fiestas de La Blanca. Este viernes, con motivo de una iniciativa pensada para las personas con autismo y durante tres horas, las montañas rusas han seguido subiendo y bajando y los autos han seguido chocando unos contra otros, pero lo han hecho en silencio.
“La idea me parece bien, porque les da la oportunidad de disfrutar a todas aquellas personas con autismo”, aseguraba el dueño de una atracción. El silencio de este viernes, con atracciones sin música ni otros elementos sonoros, se ha prolongado desde las 17:00 hasta las 20:00 y lo mismo sucederá el próximo, el día 2. “Los niños que tienen esta dificultad deben poder disfrutar de las atracciones bien tranquilos y sin ese ruido ni otras cosas que los incomodan”, explicaba la dueña de una pequeña montaña rusa instalada en el recinto ferial. A lo largo de esta temporada de fiestas, aseveraba, la iniciativa ya se había desarrollado también en localidades de La Rioja y en Barakaldo. Ángel Lamelas, portavoz de la Asociación de Feriantes de Vitoria, ha manifestado en fechas recientes que esta iniciativa no tiene otro propósito que poner “un granito de arena para ver la ilusión reflejada en la cara de los pequeños y facilitar su integración en recintos de ocio abiertos a todos los públicos”.
La Tómbola Antojitos, si bien no una atracción, es uno de los elementos que durante años no ha faltado a la cita con Vitoria. En ella se sortean todo tipo de premios al son de unas melodías y unas frases hechas bien conocidas. Su dueño, en consonancia con sus compañeros de ferias, considera que la iniciativa, que ya llevan a cabo desde hace al menos dos años por todo tipo de plazas de España, es positiva. “Llevamos ya dos años dedicándoles a ellos [las personas con autismo] dos días”, relataba. “El público agradece que hagamos esto”, se congratulaba. Admiten los feriantes que las dos fechas elegidas para esta iniciativa no coinciden con los días de mayor afluencia —el 26 de julio Santiago ya ha pasado y el 2 de julio las fiestas grandes de La Blanca aún están por comenzar—, pero creen que no le resta valor. “Suelen venir y se les ve agradecidos”, ha asegurado. “Se nota”, apostillaba la encargada de la montaña rusa.
La iniciativa se ha llevado a la práctica por primera vez en Vitoria este 2024. En la presentación de este martes, Natalia Rojo, gerente de la Asociación de Autismo de la provincia, dio las gracias tanto al Ayuntamiento como a los feriantes por su empatía y por tener la mano tendida para colaborar. “El autismo es un trastorno invisible. Los ruidos pueden percibirlos multiplicados por diez y los estímulos a los que todas las personas estamos sometidas les pueden aumentar sus niveles de ansiedad”, explicó. “Algo como poder acudir a las barracas de su ciudad les iguala al resto y da pie a una actividad familiar, ordinaria y normalizada que con ruido se vuelve imposible para muchas de las familias”, se alegró.
De parte del Consistorio, Beatriz Artolazabal, teniente de alcaldesa y concejala de Espacio Público y Barrios, agradeció en la misma presentación la sensibilidad de los feriantes para con las personas con autismo. “Creemos que era un deber y una obligación conseguir que las personas con autismo, y en especial todos los niños y niñas, puedan disfrutar de las barracas sin ruidos, en silencio. Que no se sientan agredidos y que lo pasen bien”, dijo.
Si bien es la primera vez que las barracas se acogen al silencio en Vitoria por las personas con autismo, no es la primera iniciativa de este tipo. En algunas de las más recientes cabalgatas de Reyes, por ejemplo, el volumen de las carrozas se ha reducido en determinados tramos a petición de asociaciones que velan por los derechos de personas con trastornos del espectro autista.