El partido entre Estados Unidos y Serbia respondió a las expectativas creadas ante uno de los mejores espectáculos que se pueden ver en el baloncesto mundial. Fueron los europeos quienes llevaron la iniciativa en los primeros minutos gracias a un juego más dinámico y ambicioso, con varios robos de balón y paciencia ofensiva. En cambio el 'Dream Team' saltó a la cancha sin tensión, muy estático en todas las posiciones. Serbia se puso por delante (10-2, a falta de 7:19 minutos para el final del primer cuarto) y el seleccionador americano, Steve Kerr, pidió tiempo muerto quizás para llamar la atención a su constelación de estrellas. Fue determinante la entrada en cancha de Kevin Durant , quien espoleó a los suyos con su precisión cirujana desde todas las distancias. El astro que puede conseguir su cuarto oro olímpico en París logró un triple, al que le siguió otro de Anthony Edwards , que despertó a los estadounidenses. Para frenar la racha, Svetislav Pesic recurrió al tiempo muerto. Durant encestó de nuevo desde el perímetro y su equipo venció en el primer cuarto por 20-25. El duelo siguió con el mismo tono al comienzo del segundo asalto. Otra canasta del tricampeón olímpico y respuesta desde los 6,75 de Vasilije Micic . Pesic solicitó una nueva pausa cuando el marcador reflejaba 23-32 a favor de los americanos. Aunque los europeos tenían problemas para asistir al poste de bajo, Nikola Jokic se apuntó dos 2+1 consecutivos que mantenían a su selección con todas las opciones. Un triple de Jovic (36-40) mejoraba las perspectivas de un combinado balcánico que redujo la desventaja a dos puntos en un contragolpe (44-46). Pero Estados Unidos apretó antes del descanso en defensa y con Durant en plan divino –registró 21 puntos hasta el intermedio sin ningún error, con pleno en los cinco triples intentados–. Consiguió una brecha (49-58) que obligaba a los balcánicos a emplearse a fondo en la reanudación. Ocurrió todo lo contrario en el tercer cuarto, pese a una antideportiva pitada a Joel Embiid. Superioridad en el rebote y rapidez de manos para entorpecer y arrebatar balones fueron las herramientas americanas para ir fatigando poco a poco al rival europeo. Un contragolpe creado y culminado por LeBron James , otro tricampeón olímpico, significó que latigazo mental que disparaba a sus compañeros y destapaba la ansiedad de Serbia (59-73). A partir de ahí no hubo ningún atisbo de que el partido se allanara a los de Pesic. Es más, sus jugadores lanzaban a veces sin sentido y no recogía frutos contra un 'Dream Team' que sumaba desde fuera y desde dentro. Las diferencias se ampliaron hasta alcanzar le media hora con 65-84 para Estados Unidos, que a esas alturas presentaba una eficacia del 62% en triples. Un arma mortal. El último periodo sobró a pesar de que Serbia dio la cara, pero ya se veía impotente de tratar de tú a tú al equipo contrario, al que le bastó moverse sin excesiva intensidad y emplear una aplastante puntería para vencer por 84-110, con el 56% de los triples convertidos (18/32) y el 62% en tiros de campo (43/69), por el inferior 24% (9/37) de los serbios más allá de los 6,75.