Estados Unidos arrancó la conquista de su quinto oro olímpico consecutivo en el baloncesto masculino con un convincente triunfo 110-84 sobre la Serbia de Nikola Jokic, este domingo en Lille, comandado por su vieja guardia, un inspiradísimo Kevin Durant y el liderazgo sin fisuras de LeBron James.
Con tres oros en su vitrina, Durant arrancó el camino hacia el cuarto con una obra maestra: 21 puntos sin fallo, con cinco triples en la primera parte en 8 minutos y 39 segundos de juego, con una canasta inverosímil sobre la bocina en la que terminó por los suelos.
Durant, quien no había jugado ninguno de los partidos de preparación, era duda para este partido inaugural y, de hecho, contó con minutos limitados en el encuentro. Sin embargo, más que suficientes para resultar decisivo: anotó 21 de sus 23 puntos en la primera mitad y, al igual que LeBron James, no fallaron un solo tiro hasta el descanso.
Su mejor aliado fue su ‘archienemigo’ LeBron, que celebró convertirse en el más veterano en jugar con el Team USA, 39 años, con una buena ración de puntos (21) y el liderazgo total de su tropa.
LeBron, quien volvía a jugar con el Team USA en unos Juegos Olímpicos por primera vez desde 2012 y se convertía en el jugador más veterano en vestir la camiseta de Estados Unidos -superó los 35 años de Larry Bird en Barcelona 92-, firmó 21 puntos, 7 rebotes y 9 asistencias.
Pero quien realmente cambió el partido desde el momento que ingresó fue Durant. Infalible en el triple, dinamizó el juego de Estados Unidos. Y, a base de lanzamientos desde 6,75 (18 de 32 en el partido), tomaron el mando y comenzaron a amenazar con romper el marcador.
