Cada verano, nos cuestionamos si debemos continuar con la rutina de realizar tareas escolares para mantener el hábito y reforzar los contenidos que hemos trabajado durante todo el curso escolar pero, tal y como advierte Marta Luján, coordinadora del Grado de Educación Primaria de la Universidad Internacional de Valencia (VIU) , «también es necesario descansar y, sobre todo, desconectar». El cerebro, recuerda esta experta, «necesita descansar para procesar la información y consolidar lo aprendido . De hecho, la falta de descanso es lo que puede afectar al desarrollo adecuado de nuestro cerebro tanto a nivel físico como emocional». A esas familias que abogan por dar un descanso para reposar y coger con ganas el siguiente curso, Luján les diría «que lo están haciendo bien. En primer lugar, porque como ya hemos dicho, es necesario descansar . Y en segundo lugar, porque nadie mejor que las personas que cuidan de sus menores sabe lo que estos necesitan. Y se entiende que harán por ello». No obstante, propone la experta, «si decidiesen pautar algún momento durante el día para desarrollar tareas escolares, podrían hacerlo de una manera atractiva como puede ser a través del juego». Luján propone, en este caso, «probar con los juegos de rol, donde se convierten en protagonistas de su propio aprendizaje. Son los que más les divierten y además aprenden de manera significativa, lo que favorece a que el aprendizaje se impregne de una forma más profunda en nuestra memoria». En caso de seguir con su enseñanza, entiendo que las tareas deben afrontarse de otra forma, no sentados en su cuarto. ¿Cómo podemos hacerlo? Existen muchas formas de aprender y hoy en día tenemos la suerte de disponer de muchos recursos o ideas que podemos encontrar a tan solo un click. Lo ideal es dedicarle tiempo a nuestros pequeños . Tratar de encontrar y buscar momentos en el día para enseñar todo lo que está a nuestro alcance. Desde las tareas más cotidianas en casa, como cocinar, limpiar, recoger y doblar la ropa, etc. Involucrarles en cualquiera tarea del hogar para aprender a responsabilizarse, a ordenar y ayudar. Donde podemos trabajar y enseñar muchos valores, como la empatía, la cooperación, la colaboración y el trabajo en equipo. Porque la realidad es que repasar materias vistas durante el curso, no creo que lo hagan muchas familias... En mi opinión creo que hay muchas familias que necesitan que los menores trabajen el «cuaderno de vacaciones» porque de alguna manera se aseguran que están repasando y reforzando aquello que necesitan por la etapa en la que se encuentran. Quizás por desconocimiento o quizás por falta de tiempo para poder sentarse con ellos a jugar, a leer, o ir de excursión. También porque se aseguran que mientras realizan tareas no están ni con el móvil ni con la tableta. No obstante, es cierto que también ha cambiado un poco la opinión con respecto a la necesidad de realizar tareas escolares y cada vez hay más familias que prefieren permitir el descanso y la desconexión dejando la libertad de dedicarse a aquello que más les apetezca. ¿Qué opinión tiene de las nuevas tecnologías? ¿Recomiendan las apps, o más bien vivir experiencias diferentes, ir a Museos, leer...? La tecnología ha venido para quedarse por lo que tampoco podemos taparnos los ojos o renunciar a ella. Lo recomendable es desempeñar tareas que requieran destrezas pedagógicas y de aprendizaje. Si ello implica el uso de dispositivos también, ¿por qué no? Lo importante es enseñar un uso adecuado y establecer un tiempo considerable, además de supervisar a qué contenidos acceden. Igualmente, es importante facilitar experiencias que supongan el desarrollo de la imaginación. Aquellas que sean un descubrimiento y despierten la emoción sobre aprender algo diferente. Esas son las experiencias realmente enriquecedoras. ¿Qué nuevas tendencias hay y cuál es la opinión de profesores y docentes al respecto? Hoy en día, en general, ha disminuido la exigencia de realizar tareas escolares fuera del centro educativo, tanto en época lectiva como en época estival. Pero es cierto, que hay disparidad de opiniones y por tanto, no hay acuerdo sobre qué es mejor. Diríamos que hay un cincuenta por ciento de cada opinión. Están aquellos docentes que prefieren mantener la rutina y reforzar los conocimientos aprendidos durante el curso y aquellos que prefieren que se permita el descanso y la desconexión. Pero sin embargo, es cierto, que echando la vista a atrás, en décadas anteriores, existía una mayor insistencia, por parte del profesorado, sobre el desempeño de tareas escolares en las vacaciones de verano. Hoy en día, prevalece la decisión que tomen las familias, teniendo la libertad de decidir si prefieren las vacaciones de verano para descansar y aprender de otras maneras.