La organización de los Juegos Olímpicos de París 2024 cometió un error con el himno de Sudán del Sur antes de comenzar su partido por el torneo masculino de básquet contra Puerto Rico, este domingo en Lille, provocando la ira de los aficionados del equipo africano.
Varios aficionados comenzaron a gritar mientras que los jugadores de Sudán del Sur, en su debut en un torneo olímpico, mostraban su sorpresa por el himno que sonaba en el estadio Pierre Mauroy.
A continuación los jugadores de Puerto Rico y el público comenzó a aplaudir. Entonces la organización encontró el himno correcto y pudo finalizar la ceremonia protocolaria.
Llevar a su equipo de básquet a los Juegos es una de las escasas páginas felices en la historia del país más joven del mundo.
Desde su independencia en 2011, Sudán del Sur ha vivido una guerra civil (2013-2018) en la que las masacres alcanzaron los 400.000 fallecidos y millones de desplazados.
Todavía hoy sufre la violencia político-étnica, la miseria y la corrupción, a lo que se añaden catástrofes naturales como inundaciones o sequías.
Desorientado tras un error con su himno que provocó la ira de su gente, Sudán del Sur remontó para derrotar a Puerto Rico por 90-79, a pesar de los 26 puntos de José Alvarado, este domingo en su debut en un torneo olímpico de básquetbol.
“Seguimos nuestro plan de partido, jugar rápido y físico, defender, logrando muchos rebotes ofensivos... Esto es como una película, debutar en los Juegos y lograr la victoria. Es irreal”, señaló el técnico de Sudán del Sur, el estadounidense Royal Ivey.
La “banda de refugiados”, como se autodenomina el equipo formado por jugadores llegados de los cuatro rincones del mundo, debutó en París-2024 con un protagonismo coral, cinco jugadores por encima de los diez puntos: Carlik Jones (19), Nuni Omot (12), Bul Kuol (12), Marial Shayok (15) y Peter Jok (11).
“Está derrota definitivamente duele, pero no se puede hacer nada... Ahora tenemos que hacer un mejor trabajo, tenemos que defender, fuimos la mejor defensa del repechaje, tenemos que recuperarla”, señaló el base boricua Gian Clavell, que calificó como “una bendición” estar en los Juegos.
