La presencia del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero como observador internacional en las elecciones venezolanas, como jefe del Grupo de Puebla, se está manteniendo en esta ocasión con un perfil bajo y no ha gozado del protagonismo mediático de anteriores visitas. El socialista es amigo de confianza de Maduro y de su entorno familiar y presidencial -que incluye a la vicepresidente Delcy y a su hermano Jorge Rodríguez-, con quienes se suele prodigar en fotografías en el palacio de Miraflores. En esta visita no ha figurado en ninguno de los portales oficiales y en distintos círculos no se descarta que esté ayudando a los maduristas a buscar refugio en Europa en caso de una derrota electoral. El canciller venezolano Yván Gil ha sido el anfitrión de los seiscientos invitados al país como observadores internacionales, todos pertenecientes al bloque de aliados de izquierda y organizaciones regionales asociadas, pero en ninguna recepción protocolar aparece Rodríguez Zapatero. Por ahora su invisibilidad mediática sorprende a los venezolanos. La cercanía del exjefe del Ejecutivo español con el gobierno venezolano nació con el difunto Hugo Chávez . Zapatero ha actuado como mediador o facilitador de varios diálogos frustrados con la oposición. Todos han fracasado pero han contribuido a apuntalar al gobierno de Chávez y luego al de Maduro en el poder. Después de 40 viajes que ha realizado a Caracas en los 25 años de chavismo, el expresidente español ya se siente como venezolano. En una ocasión confesó a ABC que corría por los campos de golf situados alrededor de la Embajada de España en la exclusiva urbanización del Country Club, donde se hospedaba por su amistad con el entonces embajador Jesús Silva. No consta que desde que está el nuevo representante de la delegación española, Ramón Santos, el socialista se hospede en la sede diplomática. Cuando no es en la embajada de España, Zapatero suele alojarse en el Hotel Meliá donde el Gobierno venezolano dispone de varias habitaciones fijas para sus invitados especiales . Desde su estrecha amistad como consejero, Rodríguez Zapatero ha prestado grandes servicios al régimen de Maduro para eternizarse en el poder. También ha facilitado la liberación de presos políticos españoles (hay 8 todavía en las mazmorras chavistas) gracias a su gestión y contactos con el Gobierno venezolano. El expresidente del Gobierno desempeña esa función de observador electoral en calidad de representante del Grupo de Puebla. Zapatero es socio de Maduro, al igual que Lula da Silva en el Foro Sao Paulo. Estas dos organizaciones de izquierda no permiten la veeduría de terceras organizaciones o de distinta ideología . La actividad de observador internacional, según las reglas chavistas, consiste en acompañar a los venezolanos en su proceso de votación en los centros electorales, pero en realidad son unos convidados de piedra porque no pueden opinar ni declarar sobre lo que observaron. Siendo socios políticos, los venezolanos se preguntan cuánto cuestan los servicios prestados por Zapatero a Maduro . En la cuenta de X «Las verdades de Eleazar» se dice de los socios del Grupo de Puebla: «Ernesto Samper es un delfín del narcotráfico. Zapatero tiene una mina de oro regalada por los chavistas. Ninguno de los dos son observadores. Son cómplices. Punto ». Hay rumores de que estaría ayudando a la cúpula del gobierno de Maduro a buscar refugio dorado si hoy pierden las elecciones. «Muchos quieren refugiarse donde se les ofrezca mayor garantías como en España, Turquía o República Dominicana», se apunta.