El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), a través del Instituto Cajal, presentó una reveladora investigación que sugiere un nuevo y fascinante beneficio del ejercicio: mejorar la inteligencia de nuestros descendientes.
Este estudio destaca cómo los efectos positivos del ejercicio físico en el ámbito epigenético no se limitan únicamente a quienes realizan la actividad, sino que también podrían transmitirse a sus hijos e incluso a sus nietos.
La investigación, que comparte el sitio web Alimente El Confidencial, se llevó a cabo utilizando un modelo animal, específicamente ratones sometidos a ejercicio físico moderado.
Los resultados fueron sorprendentes: las crías de estos ratones mostraban mejoras significativas en su capacidad cognitiva en comparación con las crías de ratones sedentarios.
La actividad física no impacta solo en quien la practica. (Foto: Freepik)
Este hallazgo es crucial, ya que indica que cierto hábito de vida es clave para tener un impacto positivo más allá de la generación que los practica.
Uno de los aspectos más destacados del estudio fue el impacto del ejercicio físico sobre la epigenética. La epigenética se refiere a los cambios en la expresión génica que no implican modificaciones en la secuencia de ADN.
Los investigadores del Instituto Cajal descubrieron que el ejercicio físico puede inducir cambios epigenéticos beneficiosos que se transmiten a la descendencia, mejorando así su capacidad cognitiva y su salud en general.
Kéfir de agua: cómo preparar en casa esta bebida milenaria llena de probióticos y otros beneficios
Este estudio subraya la importancia de adoptar hábitos de vida saludables, no solo por los beneficios inmediatos para la salud, sino también por los posibles efectos positivos en las generaciones futuras.
Este estudio subraya la importancia de adoptar hábitos de vida saludables. (Foto: Freepik)
La investigación se centró en el efecto del padre sobre los hijos, con la previsión de explorar posteriormente también la relación entre el ejercicio físico de la madre y las funciones cognitivas de los hijos.
El estudio también enfatiza la necesidad de continuar investigando en esta área para entender mejor los mecanismos detrás de estos efectos epigenéticos. La relación entre el ejercicio físico y la salud cognitiva es un campo de estudio prometedor que podría ofrecer nuevas estrategias para mejorar el bienestar a nivel poblacional.
