El Gobierno perdió la oportunidad de reformar la 'ley mordaza' por negarse a eliminar las pelotas de goma. Y se mantiene en la posición de que esos elementos antidisturbios sigan siendo utilizados por las fuerzas del orden público.
En su día, tanto PSOE como Sumar —y antes Unidas Podemos— se comprometieron a eliminarlas. Esquerra Republicana y EH Bildu exigieron suprimir ese producto antidisturbios, y sustituirlas por bolas de ‘foam’, como condición para dar luz verde a la reforma de la ley de seguridad ciudadana. En ese momento, los socialistas se negaron, y la reforma no salió adelante.
Más de un año después, las posiciones siguen igual. En Ferraz no están dispuestos a suprimir las pelotas de goma y sustituirlas por las bolas de 'foam', incluso aunque signifique no poder reformar la ley, además de incumplir su acuerdo de Gobierno
Desde el partido socialista alegan dos motivos para la no eliminación, coincidiendo con el punto de vista de los sindicatos policiales: las bolas de ‘foam’ no son eficaces para dispersar a las multitudes y así prevenir altercados; y pueden resultar más peligrosas, porque se disparan directamente contra el manifestante.
La parte socialista del Gobierno no contempla reabrir las conversaciones con los independentistas a corto plazo, conscientes de que las posiciones siguen siendo antagónicas.
Según explican a ECD fuentes de los sindicatos policiales, las bolas de goma solo se utilizan de forma excepcional por los equipos de antidisturbios de la Policía Nacional.
"La mayoría de las veces no se disparan. Se realizan disparos pero sin bola: se utiliza el sonido que hacen para disolver a la multitud. Cuando los manifestantes escuchan el ruido, se asustan, porque creen que va una bola, pero en realidad no hay nada", cuentan desde Jupol.
Este mecanismo permite a la policía evitar el cuerpo a cuerpo con los manifestantes. "Si podemos mantener la distancia, hay menos riesgo de daño, tanto para los agentes como para los ciudadanos", explican.
ERC y EH Bildu exigen eliminar las bolas de goma y sustituirlas por pelotas de 'foam', por considerar que se trata de un material más esponjoso, que absorbe más el golpe y por tanto hace menos daño. Sin embargo, a juicio de los sindicatos, ese material no cumple su misión principal, que es dispersar multitudes antes de que se produzcan altercados.
Admiten que las pelotas de goma "hacen bastante daño", y es precisamente ese miedo el que ayuda a mantener alejados a quienes están provocando disturbios.
Desde los sindicatos de policía admiten que estarían dispuestos a cambiar el material por otro menos lesivo, pero añaden que actualmente no existe ninguno, porque el ‘foam’ "ha demostrado no cumplir con los objetivos para los que se utiliza por parte de los antidisturbios".
La utilización de las bolas de goma "es la forma que tenemos de contener una manifestación violenta", añaden las mismas fuentes, que consideran el 'foam' como un material más lesivo.
Aunque la goma es más dura, los agentes tienen prohibido dispararla directamente contra el cuerpo: deben lanzarlas hacia el suelo o al cielo, pero nunca contra los manifestantes. No obstante, por los rebotes, estos disparos han causado graves daños a lo largo de los años, principalmente, cuando impactan en la cara.
Según Amnistía Internacional, en España, "el uso de proyectiles de goma ha causado al menos una muerte por traumatismo craneal, junto con lesiones graves a 24 personas, incluidos 11 casos de lesiones oculares graves"; en muchos de ellas, los afectados perdieron un ojo.
Sin embargo, los sindicatos sostienen que las bolas de foam sí pueden dispararse directamente contra los manifestantes, y eso aumenta el riesgo de lesiones.
En 2014, el Govern prohibió el uso de pelotas de goma y las cambió por las de 'foam'. Es una restricción que solo afecta a los Mossos d'Esquadra, no a la Guardia Civil ni a la Policía Nacional.
Estos diez años han servido a los cuerpos armados para estudiar la eficacia del 'foam' que no resulta igual de útil que la goma.
ERC y EH Bildu han exigido extender la prohibición a todo el país, pero los socialistas se niegan, aunque eso bloquee la reforma de la ley de seguridad ciudadana, una de las normas más criticadas del Gobierno de Mariano Rajoy.
Las pelotas de goma se han utilizado en la mayoría de los países comunitarios. Los agentes de Reino Unido, Francia o Portugal siguen empleando pelotas de este material, sin sustituirlas por el foam. Sin embargo, existe un cambio sustancial respecto al modo como las utilizan las fuerzas y cuerpos de seguridad en España.
En esos países trabajan para implementar una nueva tecnología que mejora considerablemente la precisión del disparo. Un tirador es capaz de "hacer blanco contra un objeto de 15 centímetros cuadrados a 50 metros" de distancia, según recoge RTVE del distribuidor español de estas armas.
Esta novedad permite evitar los rebotes de la pelota que hace imprevisible su trayectoria y ocasiona la gran mayoría de daños graves en los manifestantes.
