El buque escuela ruso "Smolniy" arribó este sábado a la bahía de La Habana para una estancia de tres días, un mes y medio después de que un submarino de propulsión nuclear, también de Rusia y que no portaba armas atómicas, visitara la isla.
La embarcación, que forma parte de la Flota del Báltico, entró por la mañana a la bahía de La Habana custodiada por el patrullero "Intrépido", y fue recibida con salvas de la artillería cubana desde la emblemática fortaleza del Morro, construida en la época de la colonia española. El buque escuela ancló en el puerto, frente a una céntrica zona de la Habana Vieja, a donde empezaron a llegar algunos cubanos y turistas curiosos.
Se trata de "una visita amistosa a la capital cubana. Una muestra más de las entrañables relaciones entre nuestros pueblos", indicó la embajada rusa en un mensaje en su cuenta X.
La representación diplomática informó que "Smolniy" estará abierto al público el domingo y el lunes. La flotilla está integrada además por el buque petrolero de alta mar "Yelnya".
En el contexto de las crecientes tensiones entre Estados Unidos y Rusia, otro destacamento naval ruso, que incluyó al submarino de propulsión nuclear "Kazan", realizó una visita de cinco días al país caribeño el 13 de junio pasado.
El inusual despliegue ruso a tan solo 150 kilómetros de la costa de Florida se produjo en medio de la guerra en Ucrania, país que cuenta con el apoyo de Occidente en su lucha contra Rusia.
En esos mismos días, un sumergible estadounidense nuclear llegó a la base naval de Guantánamo y un buque canadiense, el "Margaret Brooke", atracó en el puerto de la capital cubana.
El Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Cuba (Minfar) informó en su momento que los navíos rusos no portaban armas nucleares y no representaban una "amenaza para la región".
El gobierno cubano dijo que la visita a Guantánamo del "USS Helena", un sumergible de ataque rápido estadounidense, fue informada con anticipación.
"Pero evidentemente no nos gusta la presencia en nuestro territorio y transitando por nuestras aguas" un submarino de esa naturaleza que pertenece a un país con "una política oficial y práctica que es hostil contra Cuba", dijo entonces en un comunicado el viceministro de Relaciones Exteriores Carlos Fernández de Cossio.