Reprobar su clase de Educación Física, en la escuela, hizo que Alondra Ortiz tomara una decisión que le cambiaría la vida. A los 10 años no sabía nadar y, para aprobar la materia, decidió tomar clases de natación.
Desde ese momento, Alondra aprendió que venciendo sus temores podría alcanzar sus objetivos. La natación no solo le enseñó disciplina y competitividad, sino que también le dio la oportunidad de representar al cantón de Belén en los Juegos Nacionales, obtener una beca deportiva fuera del país y alcanzar su sueño más grande: clasificarse a los Juegos Olímpicos de París 2024.
Alondra, de 22 años, competirá en la prueba de los 200 metros mariposa el próximo miércoles 31 de julio a las 3 a. m., cuando arranquen los heats eliminatorios, donde espera mejorar su marca de 2 minutos, 13 segundos y 25 centésimas (2:13.25).
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“La verdad le tenía un poquito de miedo al agua y la natación no me llamaba la atención. Fue una amiguita que nadaba quien me motivó a llevar las clases en la Asociación de Natación de Heredia (ANAHE). Aprendí muy rápido y me gustó. Con el tiempo fui mejorando y fui tomada en cuenta en el equipo de natación de Belén”, confesó Ortiz.
Oriunda de San José de la Montaña, en Barva de Heredia, Alondra destacó rápidamente por sus buenas marcas con el cuadro belemita, lo que la catapultó a la Selección Nacional. Más tarde sus esfuerzos se vieron recompensados al ser becada en los Estados Unidos.
“Hace dos años recibí una beca deportiva de la Universidad de Houston, Estados Unidos. Además de competir para el equipo, estudio Economía y Suministros. Fue una gran oportunidad la cual estamos aprovechando porque también nos estamos forjando un futuro”, declaró Ortiz.
Alondra, quien se considera una joven carismática y trabajadora, es consciente de que no es sencilla su vida de atleta y estudiante. Entre los entrenamientos, el estudio y los viajes a competir, debe tener mucha disciplina para mantener buenas notas y mejorar sus tiempos.
“El proceso de adaptación no fue fácil. La exigencia es muy parecida a la que tenía en Costa Rica. En la universidad me acomodan el horario de clases para poder entrenar y competir. Debo sacar tiempo para estudiar y descansar. Entre las competencias del equipo se deben realizar tareas y trabajos. Es un poco sacrificado, pero todo ese esfuerzo valió la pena”, enfatizó Ortiz.
La presión por ganar para la Universidad de Houston e incluso competir en la distancia de yardas, muy común en los Estados Unidos, son aspectos que enfrentó Alondra y con los cuales no solo aprendió a convivir, sino también a obtener buenos resultados y mantener su progresión.
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Precisamente, toda esa dedicación y sacrificio le valió la clasificación a las justas de París 2024, un justo premio a sus años de esfuerzo y perseverancia.
“Para mí es un sueño clasificar a los Juegos Olímpicos. Es el fruto de todo el esfuerzo y trabajo. No solo mío, sino de Pablo Camacho, mi entrenador, el Comité de Deportes de Belén, el Comité Olímpico, la Fecoda (Federación Costarricense de Deportes Acuáticos) y mi familia. Es el fruto del esfuerzo y trabajo de todos estos años”, añadió Ortiz.
La joven atleta reiteró que fueron meses trabajando muy duro en la piscina en una continua lucha con el cronómetro por alcanzar las marcas, pero todo valió la pena con su clasificación a París.
“Espero dar lo mejor de mí en los Juegos Olímpicos. Hemos trabajado muy duro y confío en representar a Costa Rica de la mejor manera. Muchos de mis logros se los debo a Belén; siempre fue un honor representar al cantón en los Juegos Nacionales y en competencias importantes fuera del país. El tiempo nos demostró que con disciplina todos los sueños se pueden cumplir”, concluyó Ortiz.