La cadena de hoteles NH ha dado un paso hacia la digitalización de la experiencia de cliente, no solo añadiendo un asistente personal a la habitación, sino como una herramienta integral para mejorar el servicio y la operativa del hotel. Esta iniciativa, descrita por el Country Manager de Alexa en España, Andrés Pazos, busca que NH aproveche las nuevas tecnologías con la intención de enriquecer la estancia de cada huésped. NH Collection ha empezado a instalar pantallas con Alexa en las habitaciones de sus hoteles, pero extendiendo su funcionalidad más allá de los comandos básicos a los que estamos acostumbrados en el asistente. Gracias a ellos puedes preguntar por el tiempo, las noticias, o música, con servicios más propios del hotel, como los clásicos que pedirías al servicio de habitaciones, la lavandería, incluso la contraseña del WIFI, o la carta de comida. De momento, sólo está disponible dos hoteles, uno en Barcelona y otro en Madrid. Aunque Alexa lleva mucho entre nosotros, y multitud de hogares tienen alguno de los productos que equipan el asistente, se ha resistido a llegar a otros lugares de servicio público, donde obviamente, tiene mucho sentido. Nos resistimos, como clientes, a las nuevas tecnologías y a los cambios. Andrés Pazos nos relata una anécdota que destaca la aceptación de Alexa en un hotel cerca de la Torre Eiffel, donde se introdujo un comando para pedir un vino rosé a través de Alexa: «Pusieron un papelito que decía 'Alexa, tráeme un Rosé', y tuvo un tremendo éxito». Andrés Pazos también destaca cómo Alexa puede ayudar a descongestionar los servicios telefónicos del hotel, lo que ayudaría a mejorar la eficiencia operativa, reduciendo la carga en el personal del hotel y mejorando la experiencia del usuario al ofrecer respuestas rápidas y eficientes a sus necesidades. La integración de Alexa en los hoteles NH no se ha tratado sólo de instalar dispositivos, sino de desarrollar una solución a medida que respeta la privacidad y la seguridad de los datos del cliente cuando usan Alexa Properties. La cámara del dispositivo se puede bloquear físicamente, al igual que el micrófono, para garantizar la privacidad del huésped, pero también, toda la información almacenada en el dispositivo, las conversaciones, o las peticiones hechas a Alexa, se borran inmediatamente en cuanto el cliente del hotel realiza el check out. «Lo que estamos viendo es que la voz va a ser un elemento cada vez más importante en la interacción de los clientes dentro del sector hotelero», anticipa Andrés Pazos. En esta primera etapa de implementación de Alexa es sólo de servicios, los mismos que obtendría un huésped levantando el teléfono, nada de domótica. Aunque todos «fantaseemos» con el día en el que podamos apagar las luces de la habitación o cambiar el termostato con un comando de voz, todavía no ha llegado ese día.