Ayer, las calles de Caracas fueron el escenario del cierre de campaña de los dos candidatos principales que compiten en las presidenciales de este domingo: el mandatario Nicolás Maduro , que busca su tercer mandato, y el diplomático Edmundo González Urrutia , el favorito de las encuestas. Los dos han polarizado las preferencias electorales en una proporción de 30 y 40 puntos a favor del opositor para los próximos comicios, en los que ambos se proclaman ganadores. Las calles tampoco mienten a la hora de medir la fuerza que tiene cada candidato en pugna por la Presidencia de Venezuela. Mientras el opositor González, junto a la líder María Corina Machado , logran, sin mucho esfuerzo, llenar con una multitud desbordante la avenida principal de Las Mercedes, en el suroeste de Caracas, el candidato chavista apenas logra meter funcionarios en dos cuadras de la céntrica avenida Bolívar. Maduro hizo un despliegue costoso de pancartas propagandísticas de su rostro en las calles de la capital. Copó la publicidad de las radios y televisoras y desplegó tarimas y equipos de sonido a todo lo largo de la ciudad, de punta a punta. Y también contrató autobuses y motoristas para movilizar a la gente a su concentración en la avenida Bolívar. La campaña de la oposición no ha contado con ningún financiamiento ni espacio en los medios de comunicación, sólo con los teléfonos móviles para divulgar las informaciones y la contribución espontánea de los simpatizantes a favor del cambio, la libertad y democracia. En Las Mercedes los caraqueños se desbordaron para manifestar su apoyo a González. Beatriz Ramos, de una agencia de viajes, se fue desde temprano para esperar a Edmundo , como lo llaman cariñosamente, en la avenida junto a sus vecinos. «Viajé desde Miami para votar por el candidato de la unidad y el cambio. Esto no me lo pierdo, lo estoy esperando desde hace 25 años». Como Beatriz Ramos, unos 500.000 venezolanos de la diáspora, que no pueden votar en el extranjero, han hecho un esfuerzo para comprar su billete de avión y votar en su país. Durante una rueda de prensa, González reconoció que los rostros llenos de esperanza de los venezolanos le han llenado de fuerza y coraje para continuar con la candidatura. También dijo que la campaña ha sido desigual: «De ustedes depende el futuro, porque ellos (el régimen) tienen todos los recursos del Estado y el control de las instituciones como el Tribunal Supremo y la Fiscalía». González dijo que los venezolanos se han cansado de «tanta mentira y corrupción». «Hoy por primera vez tenemos ventaja, vamos a ganar y cobrar». El candidato prometió no despedir a los empleados públicos: «mi gobierno no es de venganza ni persecución, sino de reconciliación. Asimismo, dijo que las Fuerzas Armadas harán respetar la voluntad popular en las urnas. «Mi gobierno no es pelear ni amenazar a nadie. Cambiaremos el odio por el amor, la pobreza por la prosperidad y la corrupción por la honestidad», sentenció. Por su lado María Corina Machado reiteró que «ya derrotamos al Gobierno de Maduro. Estamos listos para votar y cobrar. Este es un movimiento cívico profundo de redención y liberación. Queremos que nuestros hijos regresen a Venezuela. Esto es un cierre de un ciclo de violencia y miseria para avanzar en la paz y prosperidad y un recuentro de los venezolanos hasta el final». La dupla política de la oposición firmó un pacto propuesto por la coalición de diez partidos de la Plataforma Unitaria Democrática que respalda a González junto a María Corina. El pacto titulado «El Espíritu del 28 de julio», se compromete a mantener la unidad basado en 7 principios: proceso democratizador; unidad firme y duradero; consenso; civilidad; reencuentro y sentido de urgencia para la reconstrucción del país.