Una noche tórrida como la de hoy del verano de 1937 el cielo de Madrid fue testigo del primer derribo de un bombardero alemán por un 'chato', un avión ruso tres veces más pequeño. La pericia del piloto del Polikarpov I-15 le permitió despegar con la única luz de unos bidones de gasolina, y orientarse en la total oscuridad en un tiempo en que no había radar, hasta localizar por el sonido al Junker germano y disparar sobre él hasta derribarlo. Fue, a decir de los expertos, una proeza de la historia de la aviación, el primer derribo nocturno a nivel mundial desde el final de la Gran Guerra. Y llegó durante la muy cruenta batalla de Brunete, que se...
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