El sol, cloro, la sal del mar y el uso de calor causan estragos como la falta de brillo y suavidad y el debilitamiento de nuestro cabello
Para buena parte de las mujeres el cuidado del cabello es una preocupación constante y una prioridad estética importante, especialmente después del verano, cuando los efectos del sol, el cloro y la sal del mar pueden dejar nuestro pelo hecho un desastre, sin brillo y debilitado. Sin embargo, ya existen varios productos e incluso consejos caseros para el cuidado capilar, particularmente en estos meses de verano cuando suele estar más grave.
Una tendencia que ha ganado popularidad recientemente es la adición de sal al champú, una práctica que ofrece múltiples beneficios para la salud capilar. Entre ellos, una solución eficaz para combatir la grasa capilar y lograr una sensación de limpieza duradera. Además, la sal mejora la circulación sanguínea en el cuero cabelludo, lo que facilita el crecimiento del cabello y ayuda a reducir su caída.
En primer lugar esta la limpieza profunda, la sal gruesa es conocida por su capacidad para eliminar células muertas, exceso de grasa y suciedad acumulada en el cuero cabelludo. Esto no solo deja el pelo más limpio, sino que también ayuda a combatir problemas comunes como la caspa.
Como bien se mencionó antes, la sal ayuda a la estimulación del crecimiento capilar, ya que actúa como un exfoliante natural, estimulando la circulación sanguínea en el cuero cabelludo. Esta mejora puede promover un crecimiento capilar más saludable y robusto, por lo que no solo tendrás un pelo más largo, sino también más abundante y con volumen.
La preparación de este tratamiento es sencilla. Solo necesitas añadir unas cucharadas de sal gruesa a tu champú habitual y agitar bien el envase para asegurarte de que se mezcla uniformemente. Al aplicar la mezcla, masajea suavemente el cuero cabelludo con movimientos circulares y deja actuar durante unos minutos antes de enjuagar con abundante agua. Es recomendable realizar este procedimiento una o dos veces por semana para evitar el exceso de exfoliación.
El aceite de coco es un excelente hidratante natural. Aplica una pequeña cantidad en las puntas de tu cabello antes de exponerte al sol para evitar la sequedad y el daño. Asimismo, el aloe vera es conocido por sus propiedades hidratantes y reparadoras. Utilizar gel de aloe vera puro como una mascarilla capilar una vez por semana mantiene el cabello hidratado y saludable.
Con una contextura líquida, el vinagre de manzana ayuda a equilibrar el pH del cuero cabelludo y a cerrar las cutículas del cabello, dejándolo más brillante y suave. Mezcla una parte de vinagre de manzana con dos partes de agua y úsalo como enjuague después del champú. Si el olor del vinagre te resulta molesto, el té verde cumple con características y beneficios similares, ya que es rico en antioxidantes y ayuda a fortalecer el cabello si se usa como enjuague final.
