Aunque normalmente están dirigidos para niños, la demanda de juguetes en nuestro país, en lo que va del 2024, ha crecido un 23% entre el público adulto -muchos de estos artículos, de colección-, según un reciente reporte de LEGO Perú.
Miguel Ángel Estupiñán, Gerente Comercial de LEGO en Perú, precisó que esta tendencia inició con fuerza en los años 2021 y 2022 con crecimientos de +60% en el negocio de fans y coleccionistas adultos de la marca.
"Estamos viviendo una nueva expansión del negocio con un surtido variado y potente que invita a los adultos a reencontrarse con los juguetes como una forma moderna y creativa de escapar del estrés cotidiano y revivir momentos de su infancia", refirió el vocero.
En este sentido, Estupiñán estima que los adultos millennials -personas de entre 25 y 40 años- invierten mensualmente un promedio de S/850 en coleccionables de LEGO.
¿Las líneas más destacadas? Productos del mundo de Licencias de películas, botánica y vehículos, como Bumblebee, el icónico Lamborghini Countach 5000, el ramo de rosas, el clásico Halcón Milenario y muchos más.
"De esta forma, dicha tendencia invita a reflexionar sobre la evolución de los pasatiempos y el valor del juego en la vida adulta", agrega.
Para la firma internacional de juguetes, en un mundo cada vez más acelerado y digitalizado, "el acto de coleccionar y jugar se convierte en una forma de reconectar con uno mismo y con una comunidad global que comparte las mismas pasiones".
“Esta comunidad de fans y coleccionistas adultos se encuentra en desarrollo constante lo que sugiere un crecimiento continuo en los próximos años. Este surtido, permite al público adulto conectar de una manera atemporal con esa ilusión del juego”, menciona Estupiñan.
Finalmente, esta tendencia refleja un cambio en la percepción de los juguetes, que ya no son vistos únicamente como productos para niños, sino como artículos valiosos para todas las edades, fomentando el coleccionismo y la diversión entre los adultos.
Además, cabe resaltar que, más allá de relajar y entretener, se crea el reto de construir paso a paso, lo cual permite personalizar las propias creaciones, materializando el fanatismo a través de piezas que pueden ser exhibidas como decoración en la oficina o en la misma casa.
