Es un
old school que aprieta a los jugadores a base de bien, haciéndoles jugar dos partidos seguidos enteros de 48 minutos si es necesario -como fue el caso de Josh Hart en los playoffs-, pero el método
Tom Thibodeau funciona en los New York Knicks. Y el conjunto neoyorquino no ha dudado en renovarle por tres años hasta 2028, según informó Adrian Wojnarowski. Los términos económicos no han trascendido hasta el momento.
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