Combativo y esforzado en cada una de las etapas de la Vuelta Ciclística a Costa Rica en las que participó; nunca tuvo temor a las fugas interminables en solitario para levantar los brazos en señal de victoria.
Así era Miguel Badilla Céspedes, quien falleció este miércoles 24 de julio, a los 60 años, por causa de un infarto.
Miguel será recordado por protagonizar la fuga más larga en la historia de las Vueltas a Costa Rica cuando, en 1998, durante la XXXIV edición del giro tico, fue el gran animador al escaparse de bandera a bandera en una verdadera quijotada, según describió en aquel entonces el diario La Nación.
Miguel tomó la salida en Guápiles y de una vez saltó en una soberbia travesía en solitario para llegar a Limón y regresar a Guápiles, cumpliendo en solitario 199 kilómetros y ganando, de punta a punta, la segunda etapa, la más larga de aquella edición.
Badilla, quien corrió para el sexteto Festina-Arpe-Lemosa, empleó un tiempo de 5 horas, 6 minutos y 13 segundos para darle el triunfo a su escuadra.
Miguel Badilla corrió su primera Vuelta a Costa Rica en 1983 con el equipo Metalco, aunque debió retirarse por enfermedad. De acuerdo al libro “21 Años de la Vuelta a Costa Rica”, del periodista Parmenio Medina Pérez, al joven pedalista le dio paperas y se retiró en la octava etapa entre Puntarenas y San José.
En 1985 corrió la Vuelta a Táchira, en Venezuela, compitió ocho meses en Suiza y ganó las metas volantes en el giro nacional con el equipo El Globo Alvarado B, al acumular 59 puntos.
En 1987 participó en los Juegos Panamericanos de Indianápolis, Estados Unidos, y se marchó a España para correr como ciclista aficionado en el equipo Zeus. En tierra ibérica, ganó los campeonatos de Barcelona y Sabadell, y el Gran Premio del Candilo-Lao. En Europa, también ganó la Vuelta de Valencia y el Circuito de Hospitalet. En 1991 regresó al país y ganó la Vuelta a Higuito.
La última Vuelta a Costa Rica en que participó Miguel Badilla fue en 1999.
Miguel también es recordado por su participación en el Mundial de Ciclismo de Oslo, Noruega, en 1993, donde ese año ganó el estadounidense Lance Armstrong, con apenas 22 años, según comentó Steven Mora, del medio especializado de ciclismo Crciclismo.com