Con todo lo ocurrido en el Congreso de los Diputados aún caliente, recientes las dos derrotas del Gobierno que afloraban la debilidad parlamentaria del Gobierno, Alberto Núñez Feijóo aterrizaba este miércoles en el Senado para reunirse con sus grupos parlamentarios. Cónclave con olor a despedida veraniega en el que el líder de la oposición aprovechó para pedir una reflexión al presidente del Gobierno e invitarle a presentar su dimisión . «Déjelo ya, convoque elecciones, váyase, pero así no podemos seguir», señaló el gallego, en un discurso en el que no hubo ninguna referencia a una posible moción de censura . Un extremo descartado por Génova, pues significaría depender de Junts al igual que depende ahora Sánchez. En ese sentido, cree que el Ejecutivo solo se sostiene porque es capaz de «repartir prebendas» a sus socios, pero que «está paralizado por la corrupción , la debilidad parlamentaria y la falta de iniciativa». Por eso, hasta en cuatro ocasiones, con diferentes palabras, le pidió su marcha a Sánchez. «Su situación es más grave que cuando escribió la primera carta y más patética que cuando escribió la segunda. Le animamos a escribir la definitiva. Debe convocar elecciones o irse », espetó, al tiempo que calificaba al Gobierno de «tinglado pensado en la supervivencia de una persona». Feijóo advirtió a su grupo que no bajara la guardia, porque «el colapso definitivo puede llegar en cualquier momento . Ante un Gobierno noqueado, tenemos que seguir en marcha. Sánchez solo tiene capacidad de bloquear la alternativa , es un mero tapón para el cambio que requiere este país». El líder del PP aludió a las 32 derrotas parlamentarias de Sánchez en el Congreso -habló específicamente de «humillación total» al hablar de lo ocurrido el martes- y las comparó con las 12 leyes que ha sacado adelante el PP en el Senado. «Esto es la normalidad ansiada que dista mucho del espectáculo vivido ayer en el Congreso», apuntó. «Alguien tiene que decirle que esto tiene que parar y este alguien somos nosotros», instó Feijóo a sus diputados, mientras insistía en señalar que «estamos ante los últimos coletazos de quien ya no le importa nada ».
