Cada vez queda menos para que den comienzo los ansiados Juegos Olímpicos 2024, que durante este año serán acogidos por la ciudad de París, donde los atletas de más alto nivel de todo el mundo medirán sus habilidades para intentar llevarse la gloria (y el oro) a casa.
Tendrán lugar del 26 de julio al 11 de agosto, por lo que en poco más de dos semanas tendrán lugar todas las competiciones, de las que solo podrá salir un representante ganador por cada nación en cada prueba. Como es tradición ya desde hace muchos años, tan solo los tres mejores competidores o grupos de participantes pueden subir al podio. Dependiendo de la su posición, de mayor a menor, reciben una medalla de oro, plata o bronce.
Todos llevan trabajando duramente durante mucho tiempo, algunos incluso toda su vida, para competir con los demás y cumplir su sueño de verse en lo alto de ese podio. Sin embargo, solo puede ganar el mejor, que recibirá además una medalla conmemorativa para poder exponerla, mantenerla como recuerdo con orgullo y mostrarla a los demás como la prueba de su éxito.
La gloria y el honor de ser el mejor del mundo en su deporte no son lo único, si bien sí lo más ansiado, que reciben los atletas olímpicos por alzarse con la victoria. Subirse al podio conlleva algo más que aplausos y vítores: una compensación económica. Ayer dábamos a conocer en LA RAZÓN cuánto dinero gana un atleta por cada medalla de oro, plata y bronce.
Y es que las medallas también valen lo suyo, aunque no tanto como se pudiera pensar a bote pronto. Si se dejase de lado todo valor cultural, histórico o personal sobre el precio monetario de una medalla de oro como objeto de valor, ¿cuánto valdría?
Habría que ser muy mezquino, cínico o verse en una situación económica muy grave como para empeñar la medalla olímpica o, peor aún, malvenderla en un 'Compro oro' por cuatro perras. Pero, en un ejercicio de imaginación, puede ser divertido calcular el valor objetivo de este trofeo solo mirando a sus componentes.
Lo primero que hay que conocer es el peso de una medalla olímpica para poder comenzar a hacer números y ver cuánto dinero podríamos sacar por ella si la vendemos para fundición. Estos son los pesos por cada tipo: 556 gramos las de oro, 550 gramos las de plata y 450 gramos las de bronce.
Pero, sintiéndolo mucho, las medallas no valen 'su peso en oro', pues el principal material del que están compuestos estos premios honoríficos no es oro puro. De hecho, es de lo que menos contienen. Esta es la composición principal de cada categoría de medalla:
Hasta aquí todo claro, ahora solo queda hacer un poco de matemáticas. Echando mano de la calculadora online del precio de estos metales disponible en la web de la OCU, obtenemos que una medalla de oro podría tener un coste aproximado de: 427€ por 6 gramos de otro, más los 438€ por el resto de la aleación de plata, lo que nos deja un valor total de unos 865€.
Sin duda, no parece en absoluto que mereciese la pena vender una medalla olímpica por el precio de sus materiales, su valor simbólico, cultural e histórico es incalculable y supera con creces al económico.