Tesla reportó su cuarto trimestre consecutivo de ganancias decepcionantes en la jornada bursátil de este martes, y el CEO Elon Musk dejó en claro que la empresa aún está lejos de días mejores.
Para ‘colmo de males’, Tesla, gigante de los vehículos eléctricos, retrasó la presentación de su muy esperado robotaxi hasta el 10 de octubre, dos meses después de la fecha anunciada originalmente.
Por el momento, los accionistas parecen estar al menos algo dispuestos a esperar a que pasen los días oscuros. Las acciones de Tesla cayeron 8 por ciento en las operaciones ampliadas de Nueva York, mermando el reciente repunte de las acciones pero sin borrarlo por completo.
Un automóvil nuevo y de menor costo que podría impulsar las ventas de Tesla no entrará en producción hasta la primera mitad de 2025 como muy pronto, mientras que la construcción de una planta en Nuevo León, México quedó en pausa al menos hasta las elecciones presidenciales de Estados Unidos el 5 de noviembre. Un robot humanoide que, según Musk, disparará la valoración de Tesla tampoco estará listo en el corto plazo.
Eso dejó a los inversores de la empresa en una especie de ‘limbo’: Mientras esperan que los planes a largo plazo de Tesla se hagan realidad, están atrapados en una fase de producción y ventas de vehículos de Tesla más débiles de lo esperado.
Tesla, el mayor vendedor mundial de vehículos propulsados por baterías, está muy lejos del ritmo de los 1.8 millones de automóviles que vendió el año pasado y advirtió por segunda vez que espera ver una tasa de crecimiento “notablemente más baja” en 2024.
“Aquí toda la historia es sobre lo que está por venir”, dijo Gene Munster, socio gerente de Deepwater Asset Management.
Las cosas han mejorado para Tesla después de un comienzo de año tumultuoso con cifras de ventas por debajo de lo esperadas, lo que provocó despidos masivos en toda la compañía y en un momento hizo que las acciones cayeran 40 por ciento desde finales de 2023. Musk respondió y habló sobre los planes de la empresa con la Inteligencia Artificial y las acciones comenzaron a recuperarse.
“El valor abrumador de Tesla es la autonomía. Todas estas otras preguntas están en el ruido relativo a la autonomía”, dijo Musk, instando a cualquiera que no esté de acuerdo a vender las acciones de la compañía.
Musk dijo que Tesla fabricará su automóvil más nuevo y de menor costo en su planta de Austin a partir del primer semestre del próximo año. También fabricará tanto el robotaxi, que Munster espera que esté listo no antes de 2026 o 2027, como el robot Optimus en Austin.
El fabricante de automóviles puso en pausa una fábrica en México a principios de este año en medio de la caída de sus ventas, aunque ahora ha ampliado esa pausa mientras espera el resultado de la carrera presidencial de Estados Unidos. El candidato republicano Donald Trump, a quien Musk ha respaldado, ha estado hablando de imponer aranceles a los productos fabricados en México.
“Trump ha dicho que impondrá fuertes aranceles a los vehículos producidos en México, por lo que no tiene sentido invertir mucho en México si ese va a ser el caso”, dijo Musk.
Musk respaldó formalmente a Trump después de que el expresidente fue atacado durante un mitin de campaña en Pensilvania a principios de este mes, y está involucrado con America PAC, un comité de acción política que respalda a Trump. En la conferencia telefónica sobre resultados de Tesla, Musk minimizó el riesgo para el negocio de Tesla si Trump gana la Presidencia, a pesar de que el republicano ha criticado el auge de los vehículos eléctricos.
Musk dijo que si Trump gana y revoca la Ley de Reducción de la Inflación que defendió el presidente Joe Biden, que otorga a los fabricantes de vehículos eléctricos hasta 7 mil 500 dólares en créditos fiscales por vehículo, no perjudicaría especialmente a Tesla.
“Habría algún impacto, pero creo que sería devastador para nuestros competidores y perjudicaría ligeramente a Tesla, pero a largo plazo probablemente en realidad ayude a Tesla”, aseguró.