Caracas. “Que se tome una manzanilla”, dijo este martes el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, un día después de que su par de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresara preocupación por advertencias del mandatario venezolano sobre un “baño de sangre” si la oposición gana las elecciones presidenciales del domingo.
“Yo no dije mentiras. Solo hice una reflexión. El que se asustó que se tome una manzanilla”, clamó Maduro sin mencionar expresamente a Lula. “En Venezuela va a triunfar la paz, el poder popular, la unión cívico-militar-policial perfecta”.
El gobernante socialista hizo referencia al ‘Caracazo’, un estallido social en febrero de 1989 que dejó miles de muertos según denuncias, aunque el saldo oficial fue de unos 300 fallecidos. El antecesor de Maduro, Hugo Chávez (1999-2013), justificó con ello la fallida insurrección que encabezó el 4 de febrero de 1992 y que marcaría el ascenso de su popularidad.
“Yo dije que si, negado y trasmutado, la derecha extremista (...) llegara al poder político en Venezuela vendría un baño de sangre. Y no es que lo digo inventando, es que ya vivimos un baño de sangre, el 27 y el 28 de febrero”, manifestó Maduro.
El lunes, Lula se dijo preocupado por palabras de Maduro sobre un “baño de sangre” si ganase la oposición.
“Me asusté con las declaraciones de Maduro, de que si él pierde las elecciones habrá un baño de sangre. Quien pierde las elecciones toma un baño de votos, no de sangre”, afirmó el presidente brasileño. “Maduro tiene que aprender: cuando ganas, te quedas (en el poder). Cuando pierdes, te vas. Y te preparas para disputar otra elección”, añadió en una conferencia de prensa con agencias internacionales en Brasilia.
“Yo le auguro a los que se asustaron que en Venezuela vamos a tener la victoria electoral más grande de la historia”, insistió el presidente venezolano, que aspira a un tercer mandato que lo proyectaría a 18 años en el poder.
El diplomático Edmundo González Urrutia es el candidato de la principal alianza opositora, que lo postuló ante la imposibilidad de presentar a la exdiputada María Corina Machado, favorita en las encuestas, pero inhabilitada para ejercer cargos públicos por una sanción administrativa.