PARÍS. — Desde que el propio Mijaín López adelantó que se ausentaría del desfile inaugural de los Juegos Olímpicos para no interrumpir su preparación rumbo al quinto oro seguido, solo quedaba la confirmación oficial, pero el nombre del sustituto era evidente: otro grande del deporte cubano, Julio César la Cruz.
Este martes la delegación cubana ratificó aquí al boxeador bicampeón olímpico para portar junto a Idalys Ortiz la bandera nacional en la inauguración de los Juegos, prevista para el viernes en el río Sena.
Como Mijaín e Idalys, esta debe ser la última cita estival del pugilista camagüeyano, quien busca igualar a sus compatriotas Teófilo Stevenson y Félix Savón y al húngaro Laszlo Papp, únicos pugilistas con tres fajas doradas en citas bajo los cinco aros.
La decisión de que el mejor gladiador en la historia olímpica no porte por quinta ocasión el estandarte patrio parte, según la nota difundida, de evitar su traslado «desde y hacia la ciudad búlgara de Teteven, donde el equipo del estilo grecorromano que lidera cubre satisfactoriamente el cierre de la preparación para la cita.
«Se trata de un paso fraguado como fruto de intercambios con el propio atleta y su colectivo técnico, en función de continuar respaldando sus esfuerzos y compromiso con el resultado al que todos aspiramos», explica el texto.
En definitiva, no resulta un cambio de abanderado, sino un refuerzo: Mijaín recibió la enseña en La Habana de manos del Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, a Idalys se la entregaron en París y ahora La Cruz la paseará junto a la judoca de los cuatro podios al hilo por la ceremonia de este viernes.
Será un lujo y un orgullo para Cuba que La Cruz e Idalys se junten para portar la bandera, mientras llevarán, como todo el pueblo, a Mijaín en el pecho.
